( Filosofía ......................................................... o Algo Así )

Filosofía, para mi, solo es un formato estructural más, uno como cualquier otro, como los tantos que vos tenés, quizás sin saberlo. Para mi, es solo una estructura que ayuda a tanta desestructura que me abunda.
Es como un "recuerdo", tal vez olvidable...¿quién sabe?. No entiendo y entiendo por qué tanto terror, tanta fobia, tanto espanto y finalmente Miedo ante éstos formatos (Sistema Filosofía) que no son muy diferentes de "otros" -por ejemplo: "Lo estético y su goce".
En fin... sigamos en la utopía de la "libertad", sigamos niños y tal vez ciegos.

Por suerte, y soy privilegiada,
gozo de todas las manifestaciones de lo humano.







30.4.10

Filosofía Aquí y ahora III (Tercera Temporada) 5- Esteban Echeverría: El Matadero

El siguiente texto es una transcripción literal de lo expuesto oralmente por J.P Feinmann en el programa de TV. "Filosofía Aquí y Ahora", Tercera Temporada.




Encuentro Nº 5: Esteban Echeverría: “El Matadero”



Esteban Echeverría nace en Buenos Aires en septiembre de 1805. Realiza sus estudios primarios en la escuela de San Telmo y luego ingresa en el de departamento de estudios preparatorios de la Universidad de Buenos Aires. En 1825 parte hacia Europa. En París asiste al colegio El Ateneo y toma cursos de dibujo, guitarra, historia, economía y política. Allí entra en contacto con el Romanticismo y se conmueve con la obra de Goethe, Shiller y Byron. En París comienza a escribir sus primeros poemas. En 1830 regresa a Buenos Aires y comienza a publicar sus trabajos. A partir de 1835 participa del Salón Literario. Y en 1838 funda, junto a Alberdi y Juan María Gutiérrez, la Asociación de la Joven Generación Argentina. Enfrentado al régimen rosista se exilia en 1840 en Uruguay. Muere el 19 de enero de 1851 en Montevideo. El Matadero es publicado recién, en 1874, por Juan María Gutiérrez en las Obras Completas de Esteban Echeverría.



1- La Civilización pierde sus pasos

En 1835 Don Juan Manuel de Rosas asume como gobernador de la Provincia de Buenos Aires y, asume también, como el vengador de Juan Facundo Quiroga, que había sido asesinado en Barranca Yaco. A Facundo Quiroga, le encuentran, ensangrentados entre sus ropas, el que es el documento político más importante, quizás, de Don Juan Manuel de Rosas, que es la carta de la hacienda de Figueroa, que es una hacienda en la cual Rosas y Facundo se despiden, y desde ahí Rosas le escribe la carta.

En 1835, lo que estaba pasando en Buenos Aires, en el ámbito intelectual, era que se había creado en la Librería de Marcos Sastre, un Salón Literario. Este Salón Literario es quizá, nuestra primera generación de intelectuales, ¿No?, de hombres ligados a la cultura, a la elite cultural, cuya cabeza hegemónica es Esteban Echeverría, que había viajado a Francia y que había vuelto de París con todas las últimas novedades de la cultura francesa –más o menos como sigue ocurriendo en algún modo, en el campo filosófico actualmente, que estamos todos muy al tanto de lo que piensa el último francesito de moda-.

Pero bueno… Ahí llega Echeverría y en el Salón Literario se reúnen: Echeverría, Juan Bautista Alberdi, José María Gutiérrez, Marcos Sastre. Y… me importa decir algo sobre Juan Bautista Alberdi: No hay que recuperar solamente al Alberdi de las “Bases” y de “El crimen de la guerra”. Está el Alberdi del “Fragmento preliminar al estudio del derecho”, en el cual Alberdi le ofrece a Rosas –notable- le ofrece a Rosas ser su ideólogo. Es el primer gran desajuste entre un intelectual y un líder de masas. Rosas no lee a Alberdi. Y Alberdi termina exiliándose en Montevideo.

El que es realmente agresivo con Rosas, es Esteban Echeverría.
Echeverría, que había publicado “La cautiva”, escribe un cuento de una inusual brutalidad. Que, recién en 1874, Juan María Gutiérrez, en las Obras Completas de Echeverría, habrá de publicar. Pero Echeverría lo escribe entre 1835 y 1840, y el cuento se llama “El Matadero” y trata de ser, por supuesto, un cuento propagandístico, un cuento militante, un cuento para herir a la tiranía de Rosas –que así era considerado el gobierno de Rosas por los Unitarios que se habían exiliado en Montevideo-. El texto de Echeverría, por supuesto, es trasladado, va de mano en mano entre amigos, porque no se puede publicar, y no se puede publicar porque es demasiado terrible. Quizás por eso, Echeverría cargó tanto las tintas. Porque era un texto secreto para leer entre exiliados.

Lo que narra el cuento es el cuento perfecto de la diferencia entre los Civilizados y los Bárbaros. El cuento se llama El Matadero porque ocurre en el matadero, donde Echeverría hace una descripción de la gente que trabaja en el matadero, que es la gente del rosismo, la gente que adhiere a la figura de “El restaurador de las leyes” –que así se le decía a Rosas- y… la descripción que hace Echeverría de esta gente es de un desdén, de un rasismo, de un clasismo impresionante. Digamos, pocas veces se ha visto considerar a la clase plebeya, digamos, como a una clase ligada e identificada con la animalidad. Son animales. Es decir, carnean animales y a la vez ellos son animales. Los faenadores del Matadero son también reses, como lo son las reses que ellos carnean. Andan en charcos de barro, andan entre sangre… estemm, bueno, es un horror el cuadro que traza Echeverría.

En contraste con esto, en brutal contraste con esto, viene un hombre de la cultura, un hombre de la Civilización, un hombre de la Racionalidad. Este hombre es un joven Unitario que ha tenido la desgracia de extraviar sus pasos, y de entrar en el matadero. El esquema que tenemos aquí es que: La Civilización pierde sus pasos y entra en la Barbarie. Este joven, que viene en silla inglesa, que viene muy elegantemente vestido, que tiene modales exquisitos porque es de la alta sociedad ¿No?, de la burguesía más alta o de la oligarquía más concentrada de Buenos Aires, un culto… Pierde sus pasos en el matadero y ahí es muy mal recibido. Es muy mal recibido porque todos los del matadero se dan cuenta que quién a llegado es evidentemente un Unitario.


2- La Violencia y la Condición Humana – La violencia y los absolutos

El cuento se llama “El Matadero” porque va ser, el matadero de las reses y el matadero del Unitario. Todo a manos de esta turba salvaje que son los hombres que adhieren a Don Juan Manuel de Rosas –el personaje odiado por los Unitarios y muy especialmente por Esteban Echeverría- . Entonces, el Unitario es visualizado por los hombres del matadero -Aquí ya se produce un encuentro brutal- lo ven, y ven que es un joven –que en realidad muchos ilustradores lo ilustran como que es el propio Echeverría- que viene montado en una cabalgadura de silla inglesa. La silla inglesa, para Sarmiento en el Facundo, va a ser muy importante, porque Sarmiento va a decir que: Si Lavalle hubiera hecho la campaña de 1840 en silla inglesa, la habría ganado. O sea, que estos elementos de la cultura europea son muy valorados por los hombres de la elite cultural de Buenos Aires. De modo que, este joven Unitario viene montado en silla inglesa. Y los del matadero, que están comandados por un siniestro personaje que se llama Matasiete, a penas lo ven venir en silla inglesa dicen: “Ahí viene un Unitario”. Ustedes noten la alegría que deben haber sentido los tipos del matadero cuando se les viene un Unitario… Se les viene un juego, se les viene un tipo con el cual se van a divertir mucho. El Unitario, como todo Unitario que se enfrenta con la “chusma”, ¿No?, es muy altanero. Y los desprecia con sus gestos, con sus miradas... qué quieren con él, cómo se atreven, cómo se le acercan. Y hay un juez en el matadero que, lo primero que le pregunta al Unitario es lo más visible para un Federal: ¿Por qué no trae usted la divisa punzó? La divisa punzó era un pedazo de género, punzó, que Rosas obligaba a que todo el mundo lo llevara ¿No? Como identificación de su adhesión a él, a Rosas. O sea que, había que llevar la divisa punzó. El Unitario, como era Unitario, es decir, como no adhería a Rosas, no llevaba la divisa punzó. Entonces lo que responde el Unitario es, también, tremendamente altanero: “Eso –la divisa punzó- es para ustedes. Yo soy un hombre libre. No la llevo”. O sea, lo que le está diciendo es: A mí nadie me impone llevar una divisa punzó porque yo soy un hombre libre. Y Matasiete, que sabe responder, le dice: Bueno, “Nosotros, a los libres la divisa punzó se la hacemos llevar a la fuerza”. Lo cual es una contundente respuesta ¿No? Digamos, al orgullo de la racionalidad iluminada oponerle la fuerza brutal de la barbarie. Esto es lo que plantea Echeverría.

Matasiete y todos sus amigos son constantemente asimilados a la condición animal.

Atención aquí: Como el proyecto Unitario era liquidar a todos estos gauchos bárbaros, es fundamental que no pertenezcan a la condición humana.

Yo le voy a decir algo muy claro: Si usted quiere matar a alguien, lo va a matar más fácil, si considera que ese alguien no pertenece a la condición humana. Por ejemplo: Para Hitler, los judíos no pertenecían a la condición humana, porque pertenecían a una raza inferior. Hay una famosa declaración (no quiero entrar mucho en esto pero…) hay una famosa declaración del general Camps, jefe de la policía, durante la dictadura de Videla, en la Provincia de Buenos Aires, que dice: “Nosotros no matamos personas. Matamos subversivos”.

Entonces, el hecho de que Echeverría describa a estos hombres como animales, está preparando, está preparando el terreno para una represión feroz que el Unitarismo de Buenos Aires va a llevar sobre las Provincias.

Entre tanto, lo que hace Echeverría es mostrar la crueldad de los Federales.

Atención aquí también: Siempre que en un texto se muestra la crueldad del enemigo, es porque se está preparando y justificando, la crueldad que uno, cuando esté en buenas condiciones, va a ejercer sobre ese enemigo.

Entonces, a Echeverría le interesa muchísimo demostrar que los Federales son infinitamente crueles, porque luego ellos van a ser crueles con los Federales.

Los Federales lo humillan al Unitario, lo vejan, lo desnudan… algo que él no quiere aceptar de ninguna manera… y antes de aceptar estas terribles humillaciones, se produce un hecho inesperado: El Unitario, revienta de sangre ¿No? Sus asesinos quedan sorprendidos por toda la sangre que tiene el Unitario y por cómo ha reventado, antes de que pudieran vejarlo más.

Entonces, así termina el cuento, en medio de un baño de sangre. Y Echeverría que dice: “Esa es la Federación rosina y es en el matadero donde tiene su lugar”.


3- La Refalosa

Otro texto, absolutamente sangriento de la literatura argentina, que está muy unida a la historia argentina porque la literatura argentina se ha hecho, sobre todo en el siglo XIX, siguiendo o expresando a los hechos políticos de la argentina. Tanto es así que, hay muchos Unitarios que después de leer el Facundo de Sarmiento decían: “Ahora sabemos por qué luchamos”.

El texto que voy a comentar, que es también tremendamente sanguinario, y que está en la línea de El Matadero, es: La Refalosa de Hilario Ascasubi. Es un poema gauchesco con la característica que, es un poema gauchesco escrito por un poeta Unitario.

En El Matadero y en La Refalosa se va a basar un cuento de Adolfo Bioy Casares y Jorge Luís Borges, que escriben presumiblemente en Montevideo… Y que se llama “La fiesta del monstruo”. Es un cuento tremendamente antiperonista porque, justamente lo escriben porque ellos sienten que Perón es una encarnación de Rosas ¿No? De aquí, que se haya publicado, luego de la caída de Perón, el “Libro negro de la segunda tiranía”.

Ascasubi toma la voz del mazorquero y, a través de lo que el mazorquero dice, Ascasubi va a mostrar la infinita crueldad de los hombres de la Mazorca. Lo que se le hace al martirizado es que, con el cuchillo –no quiero abundar demasiado en esto para no impresionarlos, pero bueno… la cosa es así… - con el cuchillo lo van cortando de a poco, pero el tipo está parado, y va sangrando, y cuando sangra mucho se crea a sus pies una especie de charco de sangre. Por eso se llama La Refalosa, porque él “resfala” en su propia sangre. Hay una estrofa de Ascasubi que dice: “Ahí es dónde empieza su “aflición” –su aflicción, pero es su “aflición”-. Esta estrofa, la ponen Borges y Bioy como acápite de “La fiesta del monstruo”.
Ascasubi escribe: Unitario que agarramos, lo amarramos, y por atrás lo agarran los compañeros que empiezan a jugar con él, a jugar cruelmente con él, porque se trata de matarlo, pero antes, de torturarlo. Entonces, esta es la crueldad que Ascasubi quiere mostrar en los mazorqueros. Y la cita que vamos a leer es la siguiente: “…con un puñal bien templao y afilao, que se llama el quita penas le atravesamos las venas del pescuezo…” Ustedes observen el hallazgo de llamar al puñal “el quita penas”. En verdad, un puñal bien puede ser llamado el quita penas porque una vez que te clavan un puñal en la garganta… se te van todas las penas, digamos… es la última pena. Vamos a otra cita: “…larga sangre que es un gusto, y del susto entra a revolver los ojos…” Larga sangre, “larga sangre” –la víctima-, “que es un gusto” –o sea que al mozorquero le gusta mucho eso de verlo largar sangre- “y del susto entra a revolver los ojos”. Esto es de una crueldad enorme ¿No?, la descripción de la pobre víctima que revuelve los ojos, en realidad no los revuelve, supongo, tanto del susto, sino de las heridas que está recibiendo.

Cito de nuevo: “…de ahí se le cortan las orejas, barba, patilla y cejas –los Unitarios llevaban patillas- y pelao lo dejamos arrumbao, pa que engorde algún chancho o carancho…” Es horroroso. Realmente hay que admitir que el texto de Hilario Ascasubi es horroroso, porque pensar que a este pobre personaje al final lo tiran a los chanchos… es la descripción de una crueldad que mayor no puede ser.

Ricardo Rojas, en su Historia de la Literatura Argentina, va a decir que no conoce un texto de mayor crueldad que La Refalosa que escribe Hilario Ascasubi.

La Refalosa está escrita con tanta habilidad por Ascasubi, que en realidad, realmente sentimos que nos habla un degollador de la mazorca, porque describe con tanta precisión, con tanta habilidad, y con tanta crueldad, y con tanto gusto, y con tanto placer… esa masacre, esa tortura a la que se somete al Unitario, que solamente un cruel mazorquero puede matar así.

Ahora, hagamos la pregunta: Si este hombre mata así, ¿Cómo deberá morir?, ¿Cómo se plantea matarlo cuando llegue la hora de la venganza?


4- El monstruo, la crueldad y los excluidos

“La Refalosa” es, y “El Matadero” también, es retomado por Bioy y Borges en el cuento “La fiesta del monstruo”. “La fiesta del monstruo” tiene el mismo esquema de “El Matadero”.

Comienza en efecto, como dije, tiene como acápite la frase “Ahí comienza su aflición”, que pertenece a La Refalosa.
Se publica en Montevideo a pocos días de la caída de Perón. Lo publica Emir Rodríguez Monegal, que es un poeta uruguayo.
Y el cuento está estructurado así: Es un muchacho peronista que le cuenta a su novia, la Nelly, cómo le ha ido esa tarde, en que salió con sus amigos para dirigirse a la plaza, en la cual va a hablar el “monstruo”. El “monstruo” es, Juan Domingo Perón, que para Borges y Bioy es totalmente adecuado llamarlo el “monstruo”. Es decir, los muchachos peronistas van a la plaza a oír la palabra del monstruo. ¿Con quién se encuentran? Se encuentran, no con un Unitario, sino que se encuentran con un muchacho judío, porque el interés de Bioy y de Borges es decir que el peronismo es fascista, que el peronismo es nazismo. Entonces, ¿A quién le van a poner a la muchachada bruta y brutal peronista? A un sinagoga –como dicen ellos con cierta gracia- a un rusovita, a un miserable cuatro ojos –como dicen los muchachos de la pandilla peronista- Y le piden que salude al retrato del monstruo, que es el retrato de Perón. El muchacho judío, al que ellos siguen llamando quimicointas, rusovita, se niega a hacerlo, un poco como el Unitario de Echeverría ¿No? Que se niega a hacer las cosas que le piden los bárbaros del matadero… Y los muchachos peronistas, que son totalmente brutales, “brutos y brutales” en el cuento de Bioy y de Borges, comienzan a apedrearlo sin ninguna piedad… Y Borges y Bioy describen con gran crueldad, en el estilo de Echeverría y Ascasubi, cómo las piedras van desfigurando el rostro del muchacho judío, que iba con los libros, que no tenía –según dice el protagonista- la estampa del deportivo… Hasta que llegan a la descripción más cruel, de decir que: La sangre era un chorro negro, la sangre era un chorro negro… Y el protagonista dice: “Yo me calenté con la sangre”. Es decir, la sangre lo excita, el asesinato lo excita… Hasta que cae muerto. Cae muerto y le siguen tirando piedras, le siguen tirando piedras a un muerto. Y Borges y Bioy escriben una frase tremendamente dolorosa, porque dicen: “Le arrojábamos piedras que ya no le dolían”.
Ustedes agarran esto muy bien, supongo. Le arrojan piedras que ya no le duelen porque le arrojan piedras cuando ya está muerto. Hasta este punto llega la crueldad de estos jóvenes peronistas.

Y aquí es donde uno vuelve a preguntarse lo que me vengo preguntando constantemente:

Cuando se marca esta crueldad en el adversario, ¿No se está preparando la propia crueldad? ¿No es la justificación de la propia crueldad?

Efectivamente, a partir de la llamada Revolución Libertadora, se ejerce una enorme crueldad sobre el movimiento peronista ¿No? Sobre todo, a partir del artículo 4.161, en el cual se impide nombrar a Perón, se hace desaparecer a Eva Perón… en fin… se masacra a 28 militantes en José León Suárez…

Y la teoría del cuento es que, los adherentes a Perón eran monstruos manipulados, y que no eran humanos. Eran monstruos manipulados por otro monstruo, por “El monstruo”, y “El monstruo” es Perón.

Los tres textos que nombré, están destinados a exhibir la extrema crueldad de los sectores populares. Pero ocurre que luego, los sectores no populares, los sectores del poder cuando deciden ejercer la represión sobre los sectores populares, son tan crueles como ellos han demostrado que son los sectores populares.

Es decir, estos cuentos, quizás, estos relatos… deberíamos analizarlos como relatos destinados a justificar la venganza, destinados a justificar la violencia que el País de los cultos va a ejercer sobre el País de los excluidos y de los marginados.

El cuento de Borges –yo quiero marcar claramente esto- no debe ser interpretado de ninguna manera como antiperonista ni como un poema peronista.

Digamos que, desde “aquí”, con toda buena voluntad y apertura de corazón, propondríamos, propondríamos salir de una vez por todas de la antinomia peronismo-antiperonismo.

Habría que pedirles a los antiperonistas que no se empobrezcan tanto odiando hasta tal extremo o despreciando hasta tal extremo a un movimiento político que tuvo una enorme riqueza e importancia en la Argentina.
Y a los peronistas, que no crean que representan naturalmente a la patria, a la soberanía, al pueblo… sino que los otros, los que no son peronistas, también representan algo esencial del País.
O sea que, debiéramos salir de esta antinomia, como debiéramos salir de muchas antinomias para poder vivir en una democracia plena, llena de conflictos, pero que respete fundamentalmente la identidad del otro.

Bueno…Chau. Hasta luego.



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23.4.10

Ciclo de conferencias "A Pensar de Todo" - Pensar la Izquierda - Segunda Parte

El siguiente texto es una transcripción literal de lo expuesto oralmente por José Pablo Feinmann en el Ciclo de conferencias "A Pensar de Todo", realizado durante el año 2009 en el Centro Armenio de Buenos Aires.



Pensar la Izquierda. Parte II



(Introducción/Presentación)


Vamos a revisar la dialéctica en Marx. ¿Qué relación tiene con la idea de Sarmiento de abrir el Paraguay a cañonazos?
Veremos cuál es la trampa de la dialéctica. ¿Qué nos dicen Benjamin y Lenin sobre el sentido de la historia?
Podemos seguir con la historiografía marxista argentina. Las Montoneras Federales, Eric Hobsbawm y los Rebeldes Primitivos. Lo arcaico y el progreso. El pacto Neocolonial. El taller del mundo y el granero del mundo.
Tenemos que preguntarnos, ¿qué pasa con la Izquierda y el Peronismo? ¿Qué nos permite pensar la Unión Democrática y las imágenes de Rivadavia, Mitre, Roca en la Marcha de la Libertad?
No podemos dejar de pensar en la Izquierda del Sindicalismo Argentino. La huelga del frigorífico Lisandro de La Torre y el Cordobazo. Agustín Tosco, Atilio López. La huelga de Villa Constitución y la feroz represión de la Triple A.
Tenemos que pensar si la caída de las izquierdas implica el triunfo del Capitalismo. ¿Se puede hablar de triunfo cuando se trata de un sistema que no consigue dar respuestas?
Estas son las ideas con las que vamos a pensar la Izquierda. A Pensar de Todo.


(Conferencia)


Bueno, entonces… continuamos, viene Marx. Y Marx viene a representar a un nuevo sujeto histórico, el sujeto histórico que surge con el desarrollo y el triunfo de la Burguesía, y de la Burguesía Industrial, sobre todo en Gran Bretaña, que va a ser el país que Marx va a estudiar en El Capital porque es el país con mayor desarrollo Capitalista.
Entonces lo que Marx le diría a Hegel es, “La historia, lejos de terminar, ha engendrado desde su mecánica interna, que es dialéctica y racional, al nuevo sujeto de esa historia, que es la clase obrera. La clase obrera es la que va a realizar la revolución”.
La idea de revolución, como dije, es una idea que busca el cambio de la totalidad del sistema Capitalista. Lo que Marx plantea desde un comienzo y lo que acabamos de escuchar que dice, que es justamente la última frase del Manifiesto Comunista, que es de 1848, es que la clase obrera se propone destruir y reemplazar el sistema de producción Capitalista.
Las relaciones de producción ya no van a ser más las de la Burguesía sometiendo o empleando en sus fábricas al proletariado. Y las fuerzas productivas son las que irán surgiendo de las relaciones de producción. Hay una cuestión fundamentalmente política que es la que va a determinar todo. Vamos a ver como es la cuestión política en Marx, pero antes quiero mencionar la cuestión dialéctica en Marx.
Por decirlo un poco abruptamente, la dialéctica… la dialéctica ha sido… no ha sido beneficiosa para la Izquierda, porque lo que hace Marx es tomar la dialéctica de Hegel y llevarla a lo que él llama la Materialidad.
Entonces hay esa conocida cosa de que pone a Hegel de cabeza, bueno, eso no importa.
Para Marx la historia es dialéctica, en efecto, y la dialéctica que más a él le interesa es la que se va a dar entre la Burguesía que derroca al orden Feudal, engendra al Proletariado con su avance, y el Proletariado que sepulta a la Burguesía que lo ha engendrado.
Entonces la dialéctica que Marx viene a anunciar es ésta. La Burguesía, que ha sido la clase más revolucionaria de la historia, dice Marx. Porque Marx es un gran admirador de la Burguesía, al punto que un autor como Marshall Berman dice que pareciera que Marx lejos de venir a sepultar a la Burguesía, ha venido a alabarla, ¿No? Eso fue una cosa que toma Marshall Berman de Shakespeare, de Julio César, que sale Marco Antonio y dice, “No vengo a alabar a César, sino a enterrarlo”. Entonces Berman dice, “Pareciera que Marx no viene a enterrar a la Burguesía, sino a alabarla.
Y efectivamente, efectivamente, las alabanzas que Marx hace desde la dialéctica con la Burguesía son… son impresionantes. Son… hubieran deleitado al mismísimo Sarmiento, con el cual coinciden. Vamos a ver que esta coincidencia para la interpretación de América Latina, es trágica. Conduce a un error trágico.
Marx dice, “El descubrimiento de América y la circunnavegación de África ofrecieron a la Burguesía un ascenso y un nuevo campo de actividad. Los mercados de las Indias y de China…”, o sea, yo voy a simplificar esto.
La cosa es así: La Burguesía derrota a la monarquía feudal con la Revolución Francesa. Se instaura la Burguesía en el centro y ésta Burguesía se lanza a sus empresas colonialistas. Entonces la Burguesía entra en China, entra en la India, y entra en América Latina. La Burguesía Metropolitana, ¿No?, La Burguesía Francesa entra en Argelia, y la Burguesía Británica se ocupa de entrar por todos lados y sobre todo en la India, en China, con la guerra del opio, -que Sarmiento decía, “Hay que abrir el Paraguay a cañonazos tal como Inglaterra abrió la China a cañonazos para entrar ahí con el Libre Cambio”-.
O sea, que en esto coincidía mucho con Marx. Por supuesto, ¿Cómo no iba a coincidir con Marx? Porque para Marx el paso siguiente era la “Planetarización” de la Burguesía. No podía surgir el Proletariado allí donde la Burguesía no se hubiera impuesto poderosamente, fuertemente, decididamente. Marx apoyaba todos los elementos históricos que consideraba progresivos, históricamente progresivos, y eran todos aquellos que representaban el avance de los países más poderosos. Era necesario que los países más poderosos se hicieran cargo de los países menos poderosos, porque necesariamente iban a establecer en ellos relaciones modernas de producción, y las relaciones modernas de producción iban a engendrar al proletariado revolucionario.
Entonces, no es casual… cosa que horroriza a algunos Marxistas… ya no, ya no tanto, porque esto se ha estudiado. Marx escribe un artículo sobre Bolívar que es… es lamentable, digamos, es lamentable. Le dice de todo, “Enano”, “Negro”, bueno, de todo le dice a Bolívar. No lo quería para nada.
Pero Marx que en sus análisis de la guerra civil norteamericana opta muy bien por el norte Industrialista, apoya, apoya el colonialismo británico en la India. Y apoya también la penetración británica en China. Y si Marx hubiera estado en la Batalla del Álamo, en la cual el General Santana triunfa sobre la misión del Álamo, Marx habría estado peleando con los del Álamo, porque les habría dicho a los mexicanos: “Miren, no sé si a ustedes les conviene, pero a la historia le conviene que Estados Unidos se apropie de todo Texas, porque si se apropia de todo Texas, va a establecer en todo Texas modernas relaciones de producción Capitalista. De estas modernas relaciones de producción Capitalista va a surgir un Proletariado, un Proletariado que va a ser un Proletariado Revolucionario, porque es la lógica de la historia que el Proletariado se alce contra la Burguesía y la derrote, y así se produzca la Revolución. Es decir, el reemplazo de una totalidad por otra. La totalidad Burguesa por la totalización Proletaria que viene a establecer una nueva sociedad justa, sin clases, una sociedad libre y que responda no a la necesidad si no a la libertad”.
Entonces, ¿De dónde toma esto Marx? Lo toma de sus análisis en la India. Entonces Marx dice: “La dominación británica en la india –que es uno de los artículos más célebres que escribe, y no es el único. Ha escrito montones de artículos sobre el Colonialismo, sobre todo para el New Yorker- la dominación británica en la India es necesaria porque expande las modernas relaciones de producción de Capitalista”.

Yo tengo una novela, que algunos críticos dicen que es importante, que se llama La Astucia de la Razón. En uno de sus pasajes más llevaderos y más gráficos, más gráficos… Marx aparece en el campamento de Felipe Varela una hora antes de la Batalla de Pozo de Vargas. Y viene un lugarteniente de Varela y le dice: -“Comandante, ahí viene un hombre con una enorme barba, una barba que si no fuera por el modo en que va vestido diría que es el mismísimo Juan Facundo Quiroga. Pero viene con galera y…”
-“Bueno, háganlo pasar”.
Y Varela lo ve, y le dice: -“¡Ah, Don Marx! ¿Qué hace por aquí?”
Y Marx le dice: -“Bueno, me vine porque quiero evitar algo”.
-“Pero yo me lo hacía terminando el primer tomo de El Capital”.
-“Y bueno, en eso ando”, dice Marx.
Entonces, -“Bueno, diga Don Marx, ¿Qué es lo que quiere?”
-“Por favor, Coronel Varela, no se presente a dar esa batalla”.
-“¿Qué me dice usted?”, le dice Varela. “Usted, ¡Un revolucionario! Nosotros somos los pobres, Los Taboada representan a Buenos Aires… ¡¿Cómo no voy a dar esta batalla?!
-“La va a perder…”, le dice Marx.
-“¿Cómo sabe usted que la voy a perder?”
-“Porque yo conozco las leyes de la historia”, dice Marx.
-“Ah, ¿Hay leyes de la historia?”
-“Sí, hay leyes de la historia. Y los Taboada, que son unos miserables, responden sin embargo al poder de Buenos Aires. Y el poder de Buenos Aires responde al poder Británico. Y el poder Británico es incontenible, y es necesario que el poder Británico y Buenos Aires triunfen en este país. Que triunfen en todo el país. Y que ustedes sean derrotados. Para que en lugar de ustedes que son pre-capitalistas, surjan los obreros proletarios, los que sí alguna vez van a liberar a éste país”.
-“Uh… -dice Valera-, mire, a mí se me hace que a sus obreros proletarios cuando estén por pelear, alguien va a venir decirles lo mismo que me está diciendo usted, que no peleen. Mire, yo voy a dar la batalla”.
-“Por favor, ¡Ahorre vidas! ¡Es inútil! Porque usted está en contra del desarrollo dialéctico de la historia”.
Varela queda atónito. Imagínense lo que le dice, ¿No?
-“¿Y quién está a favor de eso?”
-“Taboada, los hermanos Taboada, que representan a Mitre. Mitre es el progreso en la Argentina, porque Mitre es Inglaterra. Y donde Mitre entre, entra Inglaterra. Y donde entra Inglaterra van a entrar las modernas relaciones de producción capitalistas y va a surgir el proletariado y va a haber una revolución”.

Fíjense el desatino que es la aplicación de la mecánica de la dialéctica, ¿No?, de la realidad de los países centrales a los países subalternos, los países de la periferia. Y toda la historiografía marxista argentina compró esto, ¡Compró esto!
Compró que las, digamos, las Montoneras Federales eran lo arcaico, lo feudal, el pre-capitalismo, y que Mitre era el progreso. Y compra con eso, bueno, a Sarmiento, y a Avellaneda, y a Roca. ¡Compraron todo! Pero claro… con la acotación final, “Ah, bueno, pero nosotros odiamos a Mitre. Mitre es un canalla, es un asesino. Bueno, Sarmiento, ‘no ahorre sangre de guachos’. No, no los queremos. Pero son necesarios, porque ¿Que va a hacer Varela?”.

Milcíades Peña, que es muy inteligente, llega a decir: “Si Varela hubiera ganado y se hubiera adueñado del fuerte de Buenos Aires no habría tenido más remedio que hacer la misma política que Mitre”.

O sea, hay una mecanización de la historia, ¿No? La historia no fluye libremente, la historia tiene una necesariedad dialéctica interna por la cual es necesario que la Burguesía se planetarice para que de esa planetarización de la Burguesía surja la clase obrera, el proletario moderno, que sí, va a hacer la revolución en todas partes.
Entonces Marx y los marxistas terminan apoyando la expansión de la burguesía y el colonialismo, y el Imperialismo en todos los países coloniales. Lo cual los desubica muchísimo, como los desubicó aquí, ¿No?
Y bueno, entonces Varela le dice: -“Pero no, no, yo tengo que pelear”.
Y Marx le dice: -“No, es inútil que pelee”, Porque además es retrasar la historia y matar gente inútilmente”.
Bueno, él le da ese consejo y se vuelve a Inglaterra. Años después lo visita Alberdi y Marx le dice: -“¿Cómo terminó esa batalla?”,
Y Alberdi le dice: -“Ganaron los hermanos Taboada, los santiagueños. Perdió Varela”.
-“Y… sí, yo lo sabía”, dice Marx. “Estaba en contra de la dialéctica histórica. Pero, ¿Cómo fue que perdió?”
-“Y… -le cuenta Alberdi- perdió porque los Taboada iban perdiendo la batalla, -la de Pozo de Vargas, la de la zamba de Vargas, la de Pozo de Vargas- y en determinado momento –dice- los Taboada cuando vieron que sus tropas iban perdiendo el coraje, el ánimo, el nervio para atacar, le ordenaron a la banda que tocara una zamacueca. Y tocó la zamacueca y enfervorizó tanto a sus soldados que ganaron la batalla”.
Entonces Marx le dice: -“Bueno, esa era la zamacueca del progreso dialéctico”.

O sea, todo el imperialismo del siglo XIX está justificado en nombre de la dialéctica histórica, de la necesariedad de para estos países de ser tomados por el Capitalismo. Por el Capitalismo más moderno, cuanto más moderno mejor. O por un Capitalismo que apoye a las elites de estos países. La elite de Buenos Aires, en consecuencia, recibe la bendición dialéctica del Marxismo.

Milcíades Peña dice: “Bueno, lo único que podemos reprocharle a Mitre es que haya recibido el capital extranjero en las peores condiciones posibles”. Ustedes recuerdan, hay un famoso brindis de Mitre, “Brindo por el esfuerzo Argentino y el Capital Británico”.
¡Pero nada más! Lo que pasa es que Mitre no era la Burguesía. Mitre era una Burguesía mercantilista, improductiva, mediadora, que importaba mercaderías británicas y exportaba materias primas de la Argentina. No construyó nada. Todo el interior quedó relegado, y fueron poniendo caudillos que cada vez fueron más, más así… corruptos, que respondían a la política de Buenos Aires y es… es el país que tenemos, ¿No? El país, digamos, del Interior pobre y de la Buenos Aires opulenta. Y bueno, y todavía estamos esperando en qué nos benefició tanto la penetración británica en la Argentina.
Y todavía estamos esperando sobre todo al proletariado revolucionario que iba a surgir del desarrollo de la Burguesía Mitrista.
La Izquierda Argentina, en lugar de ser creativa, en lugar de tener una lectura libre de Marx, en lugar de decir, “Bueno, pero esto lo pensó Marx, está bien. Pero Marx era un Europeo, Marx tenía que tener, inevitablemente, porque todo hombre aún cuando sea un genio como era Marx, tiene una visión condicionada por su época”.
Y Marx era un europeo que estudió el desarrollo de las fuerzas productivas en Gran Bretaña. Y consideró que el desarrollo de la Burguesía generaba a su enterrador: El proletariado. Y consideró que eso debía ocurrir en todas partes, para que en todas partes el proletariado se adueñara del poder.
Y en un texto sobre Irlanda, ahora voy a decir por qué lo de Irlanda, pero en un texto sobre Irlanda, Marx dice que el proletariado cuando tome el poder en Inglaterra, el proletariado inglés deberá hacerse cargo de los países en los cuales aún no se haya hecho la revolución, y conducirlos hacia esa revolución.
Ahora, donde Marx la ve clara, y hay que preguntarse por qué y yo les voy a decir por qué, es en la cuestión de Irlanda.
Marx dice: “Inglaterra vive de Irlanda, y al vivir de Irlanda puede sofocar sus contradicciones internas”.
Que esto fue lo que dijeron después los pensadores de la periferia, algunos llamados Post Coloniales, como Edward Said, Gayatri Spivak, y Homi Bhabha, que son la trinidad del pensamiento Post Colonial, que comenten un gran error al llamarse Post Coloniales, como si la India, o Palestina o Argelia hayan dejado de ser Colonizados.
Lo que pasa que hay un Neocolonialismo que estos teóricos creen que al producirse la independencia nacional se produce la independencia del país, pero nosotros no. Porque nosotros entonces seríamos Post Coloniales desde 1810, pero lo que ocurre en 1810 es que ahí comienza el Pacto Neocolonial. El Pacto Neocolonial consiste en que la Neo Colonia produce lo que el colonizador necesita, y que mantienen relaciones económicas, en las cuales el taller del mundo, Inglaterra, produce y entrega las mercancías y el granero del mundo entrega los productos primarios. Esa relación condena al atraso, a los monocultivistas, y produce el desarrollo de los grandes países centrales.
Entonces lo que tenemos es esto que… estem… Tulio Halperín Donghi, Tulio Halperín Donghi en Historia de América Latina llama el Pacto Neocolonial.
Ahora, este pacto Neocolonial se produce otra vez ¡Por la dialéctica! Y los historiadores Marxistas argentinos, que por nombrarlos, digamos, el más exhaustivo es José Ingenieros, que tiene tres tomos muy valiosos sobre la evolución de las ideas argentinas. No es más que una lectura de izquierda de la historia de Mitre.
Hay una Izquierda historiográfica clásica, que es Héctor Agosti, Anibal Ponce, Luís Franco, bueno, son un montón de historiadores. Y los muchachos del club socialista, después que vienen con el alfonsinismo, que también, con un poco más o menos de mayor o menor elegancia, nunca le dan a los movimientos federales el rango de movimientos históricos. Los consideran pre-capitalistas. Y al ser pre-capitalistas son arcaicos.
Hay un libro, incluso, de Eric Hobsbawm, el mejor historiador marxista del siglo XX que se llama Rebeldes Primitivos.
O sea, entonces tendríamos que Ramírez, Quiroga, Rosas, Urquiza, el Chacho Peñaloza, Felipe Varela, el paraguayo Solano López, todos estos habrían sido Rebeldes Primitivos. Y la gente culta de Buenos Aires era el progreso, la civilización, las luces, la inteligencia, el avance, el avance del país, los que hicieron el país.
Bueno, entonces esa historiografía fue la historiografía de izquierda en la Argentina.

El problema les surgió cuando surge el Peronismo. Pero yo no quiero volver a contar la historia de la Unión Democrática, porque ustedes la deben conocer. Más bien preferiría ser anti-peronista, un poco, si me lo permiten. Porque ya la contamos la historia de la Unión Democrática. Es decir, estas izquierdas que adhieren al Mitrismo, adhirieron, por supuesto, a las políticas internacionalistas de la Unión Soviética.
Cuando vieron venir a los negritos migrantes se asustaron, y dijeron, “Estos son los bárbaros, son los bárbaros. Y se los apropió un Coronel que surge de un núcleo que para nosotros es el nazismo. Entonces son los negritos del interior manipulados por un Coronel Nazi. Nosotros somos la libertad y la democracia. Nos vamos a unir a los que también representan eso, que son los partidos tradicionales. Y vamos a levantar las imágenes de sus líderes: Bernardino Rivadavia, Mitre, Sarmiento, Roca”, y así se produce la marcha de la Democracia y la Libertad, y va toda la Izquierda con toda la Derecha unida contra el Coronel Nazi.
Bueno, el caso es que el Coronel Nazi se queda con toda la clase obrera y arma un despelote bárbaro, pero eso es otra historia.

La historia que yo quiero contar, es la de la Izquierda de el Sindicalismo Argentino que se expresó en dos oportunidades, poderosamente.
En la huelga del frigorífico Lisandro de La Torre, se expresó en la modalidad peronista, digamos. Sin directivas de Perón, sin fuerzas guerrilleras. Fue auténticamente una huelga obrera que fue sofocada por el ejército que les mandó Frondizi encima.
Luego el sindicalismo Cordobés, el SMATA, CITRAC-CITRAN, Agustín Tosco, René Salamanca, hacen el Cordobazo. El Cordobazo, que no es una epopeya peronista, aún cuando hayan participado peronistas ahí, peronistas como Atilio López, peronistas como Atilio López al que la Triple A mata de 81 balazos en 1974, porque a esos peronistas no les gustaban a estos peronistas…
Entonces, el Cordobazo es una genuina huelga obrera de la izquierda obrera argentina. Es una huelga, digamos, con líderes que marchan a la cabeza, y no las masas que tienen marchar con la cabeza de los líderes. -Ustedes aplaudieron cuando apareció la figura queridísima de Agustín Tosco-.

Después del Cordobazo hay una huelga bastante olvidada, ninguneada… pero que es poderosa en el país, que es la de Villa Constitución, en marzo 1975. Es una huelga que encabeza Alberto Piccinini. Lo que haya hecho después Alberto Piccinini es otra cosa… la gente… no toda la gente permanece pura toda la vida. Digamos, los que permanecen puros son por ejemplo, El Che, porque muere muy joven, Evita, porque muere muy joven, y hasta Salvador Allende porque lo matan, porque la vida está tan llena de tentaciones que hasta los más puros suelen extraviarse.
Pero digamos, Piccinini en ese momento conduce a una clase obrera que realiza una huelga ejemplar en Villa Constitución, enfrentando a la UOM de Lorenzo Miguel.
Entonces, ahí tenemos, ¿Cómo responde el sindicalismo peronista cuando le sale un sindicalismo verdaderamente de izquierda? Porque uno dice, “Bueno, el sindicalismo es el sindicalismo peronista, el sindicalismo representa a los obreros y entonces, bueno, el sindicalismo es al menos ‘popular’.”
Bueno, pues el sindicalismo de Lorenzo Miguel no era precisamente popular. Porque la madrugada de… no me acuerdo, de cierto día del mes del marzo de 1975, el gobierno de Isabel Perón, apoyado por la Unión Obrera Metalúrgica y por la CGT, mandan sobre Villa Constitución unos 25 coches Falcon con gente de la Triple A, más la policía, y bueno, irrumpen al estilo Triple A en Villa Constitución y se establece una represión feroz, una represión feroz de una huelga obrera. Un gobierno Peronista reprime ferozmente… o digámoslo así: Sindicatos peronistas comandados por Lorenzo Miguel, una figura, digamos, egregia del sindicalismo peronista, una figura de larga trayectoria en el sindicalismo peronista, autor de una de las grandes frases que definen al peronismo, “El peronismo es comer tallarines los domingos con la vieja”, eso dijo Lorenzo Miguel.
Bueno, esa CGT peronista que ayudó a Perón a liquidar a la tendencia, por supuesto, era totalmente Macarthista.
Incluso cuando uno lo escucha a Rucci hablar de Tosco, le dan ganas de taparse los oídos, porque las cosas que dice Rucci de Tosco… le dice “Zurdo”, “Trosko”, “Comunista”, le dice de todo. Y ese es el sindicalismo peronista, ese es el sindicalismo peronista.
En cambio el sindicalismo de Villa Constitución es Izquierda.
¿Hoy vinimos a hablar de la Izquierda? Esa fue la izquierda del sindicalismo rebelde en un año terrible como el año 75, en el cual las bandas de la Triple A recorrían el país.
Y el aparato militar Montonero que hay, había quedado reducido al aparato militar Montonero, le hacían la guerra. Incluso los Montoneros matan a un tipo en la… no me acuerdo ahora quién, a un policía, algo así… un operativo Montonero, y esto es rechazado totalmente por los huelguistas. Porque la diferencia entre un operativo guerrillero que mata a un tipo y una huelga obrera, que pueden ser 200000 personas, o 100000 o 50000, ¡Es total!, es total. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Ni siquiera ayuda la acción miliciana, porque ayuda a que el poder acuse de guerrillero al movimiento obrero.
Entonces cuando este operativo que producen los Montoneros, hay una repulsa total de la gente de los activistas de Villa Constitución, que no eran solo… era TODA VILLA CONSTITUCIÓN, era toda la ciudad la que estaba reclamando las reivindicaciones obreras, que son ahogadas en sangre por este sindicalismo peronista y la Triple A, que era armada en gran medida desde la UOM, desde Bienestar Social, y bueno, y que en ese momento mataba del modo que quería.

Yo conté, en uno de los suplementos, que en un viaje en tren de Mendoza, viajé con un tipo, que bueno, uno charla, empieza a comer, y en determinado momento uno pregunta: “De qué trabaja”, y el tipo me dijo: “Yo soy custodio de Lorenzo Miguel”.
Ah, bueno… me agarró un cagazo bárbaro. Dialogué con él, imagínense lo que le interesa a un escritor encontrar a un personaje así. Entonces dialogué yo, le dije que era vicepresidente de una empresa… ¡Para que el tipo me respetara! Si le digo que era profesor de filosofía me mata ahí mismo por ahí.
Entonces me dijo una de las frases más extraordinarias que escuché en mi vida.
El tipo me dice en determinado momento, “¿Sabe?”…. -ya era tarde, ¿No?- Vieron esos que se quedan en el salón comedor de los trenes hasta tarde, fumando un pucho, cuando se fumaba, tomándose un whisky… me dice, “¿Sabés pibe lo que yo descubrí en este trabajo? Es que me resulta increíble”, dice.
-“¿Qué cosa?”
-“El apego que la gente le tiene a la vida”.
-“Sí, jejeje… sí, claro, sí, sí, sí, es así, no, la gente… realmente…”.
-“Sí, y vos sabés… eso es el poder nuestro. Ese es nuestro poder. Esa cosa. Si no existiera eso no tendríamos el poder que tenemos. Pero claro, tiene tanto apego a la vida la gente…”

Es así. Y Villa Constitución, entonces, fue uno de los motivos principales del golpe del 76. Porque lo militares estaban esperando, lo sabían, hay declaraciones, “Vamos a dar el golpe cuando esto se pudra bien”. Cuando a López Rega, lo echaron, lo trajeron, volvió, blablabla, lo echaron al final, pero cuando esto “Se pudra bien”. “Falta todavía, falta todavía”.

Bueno, lo que quiero que veamos bien es la trampa de la dialéctica, la trampa de la dialéctica. NO HAY UNA NECESARIEDAD DIALECTICA. Lo que Hegel estableció y lo que Marx compró, y hasta Engels desarrolló una dialéctica de la naturaleza… llegó a desarrollar eso.
Lo negaron sobre todo los filósofos de la escuela de Frankfurt, sobre todo Walter Benjamin, en un texto breve que se llama Tesis sobre Filosofía de la Historia, en el cual dice, “Nada perjudicó más a los obreros alemanes que creer que nadaban en el sentido de la corriente”. “No”, dice, “a veces los obreros, y muy frecuentemente, nadan contra la corriente”.
Ahora lo de Marx uno puede entenderlo, porque un revolucionario, un teórico revolucionario como Marx tiene que darles esperanzas a aquellos que lo van a leer. Y la Liga de los Comunistas fue la que le encargó a Marx el Manifiesto Comunista en 1848. O sea que Marx tenía que dar un texto esperanzado. Qué mayor esperanza que decir, “Señores, la historia marcha en el sentido de los deseos de ustedes”. Claro, es fantástico eso. Y lo prueba, porque la historia es dialéctica, porque la monarquía ha sido derrotada por la burguesía, y el proletariado, que son ustedes, va a derrotar a la burguesía y vamos a instaurar una sociedad sin clases. Vamos a hacer la revolución. La revolución forma parte del plan de la historia. El plan de la historia no es un plan divino, sino que es su funcionamiento interno, su funcionamiento es dialéctico. A la afirmación Mundo Feudal corresponde la negación Mundo Burgués, que niega al Mundo Feudal. Y el Proletariado al negar al Mundo Burgués hace la negación de la negación, motor de la dialéctica, para establecer la tercera etapa que es la del poder proletario.
Entonces creer que la historia tiene un sentido, algo en lo cual se creía tremendamente hasta hace veinte, treinta años… todos creían en el sentido de la historia, todos decían “El mundo marcha al Socialismo, el mundo marcha al socialismo”.
¡Entonces era como pelear una batalla que estaba ganada en los hechos de la historia! En realidad contra esto había a menudo que luchar, y a esto Lenin le llamaba Infantilismo de Izquierda, ¿No? “Ojo, no crean que la revolución se va a hacer sola. Pese a toda la tentación que hay de las crisis Capitalistas que describía Marx, está la praxis. Hay que HACER la revolución. La revolución no se hace sola por la dialéctica interna de la historia. Son los sujetos los que deben encarnar esa dialéctica de la historia”. Y en efecto, en el maravilloso, maravilloso libro de Marx sobre la Comuna de París, ¿No? La Guerra Civil en Francia, ¡Que es un libro maravilloso! Miren, es un ejemplo, ante todo, acerca de cómo un filósofo puede escribir claro, que se le entienda, un texto ameno. Porque el Capital, por supuesto, no puede ser claro, porque es muy difícil, muy difícil. Pero La Guerra Civil en Francia está llena de pasajes brillantes, clarísimos, está todo el plan de la Comuna, todo lo que hizo la Comuna, y bueno, y está brillantemente escrito. Marx era… una pluma privilegiada tenía Marx. Y digo esto porque tenemos entre nosotros, algunos de nuestros mejores filósofos, están un poco convencidos de las bondades de la oscuridad, y no es así, ¡No es así! La oscuridad no es revolucionaria, porque la gente tiene que entender lo que uno quiere decirle, y si no lo entiende se perdió el tiempo.

Entonces Marx dice que la Comuna, la Comuna fue la dictadura del proletariado en acción. ¿Saben lo que pasó con la Comuna de París? Y con esto termino. Bah, en realidad quiero terminar con que el error de las Izquierdas, bueno, es… es… es muy difícil el tema. Hay muchas cosas que salieron mal.
Primero, la idea de Marx de la dictadura del proletariado. Porque Marx dice, “Lo más original que yo propuse, lo que yo traje, es la idea de la dictadura del proletariado” Bueno, cabezón, te equivocaste si eso es lo mejor que trajiste, porque la verdad no fue lo mejor que trajiste, porque la cosa funcionó después así: Se toma el poder. Se establece lo que se llama la dictadura del proletariado, ¡Pero no puede haber una dictadura del proletariado!, porque el proletariado necesita delegar representantes. Los representantes delegados por el proletariado forman el partido de vanguardia. El partido de vanguardia establece un dogma, una teoría que deviene dogma. El dogma se aplica verticalmente del partido a las masas. El dogma luego consagra a un líder de la revolución, y éste líder de la revolución se transforma en el gran dictador y en el culto a la personalidad. Esta es la trágica historia de la Revolución Soviética.
O sea que la idea de la dictadura del proletariado en la práctica no funcionó y era fácil ver que no iba a funcionar…

De todos modos, de todos modos... menos mal que hubo un Marx y menos mal que hubo intentos, intentos revolucionarios contra un sistema tan injusto como el Capitalismo, que se basa, justamente, en la injusticia y en la desigualdad.

Ésta enorme derrota que ha padecido la Izquierda y el Socialismo la está padeciendo también el Capitalismo. Está haciendo agua por todos lados y en cualquier momento nos hundimos todos. O porque nos vuelan los Islámicos o porque China decide inundar de dólares, de miles de millones de dólares el mercado y Estados Unidos colapsa financieramente del todo. O porque hay una guerra nuclear multipolar no controlable, pero las cosas llevadas así van para bien.

Lo que la izquierda dio y tiene que seguir dando es que los hombres deben ser libres, deben ser... hay que alimentarlos, hay que darles de vivir, hay que darles de comer, merecen tener una familia, una casa que sea de ellos. Eso es lo menos, lo menos que merecen.
Debe luchar por los derechos humanos, que es algo por lo cual el Capitalismo frecuentemente deja de lado, porque ha llegado hasta formas de esclavitud.

Y bueno, y todas las historias que han fracasado, es verdad…, recordemos aquellas cosas en las que triunfaron.
Yo creo que, por ejemplo, Ernesto Che Guevara fracasa en la idea del foco guerrillero, pero también creo que un tipo con esa entrega a la causa de los otros y ese coraje como para ir él, ¡Él!, a morir o a luchar donde decía que había que luchar. No como Firmenich que lo decía desde México, o Perdía, que decía: "Vayan, hagan la contraofensiva del 79. Yo los miro desde aquí".
No, Guevara decía: “Hay que hacer el foco en Bolivia”. Y lo hacía él.

Entonces, esos ejemplos, ¡Que está lleno!, Rosa de Luxemburgo, ¡A patadas!, ¡Está lleno!, Cooke acá, nosotros, Tosco, el ejemplo de Villa Constitución... está lleno de ejemplos de tipos que por la idea de cambiar el mundo, bueno, entregaron su vida, ¿No?, entregaron su vida.

Si esa idea fracasó, bueno, habrá fracasado momentáneamente, porque hay gente, hay gente... que no tolera ver tanto hambre, tanta injusticia, tanto dolor, tanta desigualdad, tanto despilfarro, tanta ofensa, porque han llegado a un nivel ya de ofensa, ¿No?, de grosería, digamos. Un despilfarro grosero, que se expresa sobre todo en los medios de comunicación.

Y en algún momento, la chispa de la rebeldía, que el Socialismo vino al mundo a expresar, va a volver a encenderse.

(Aplausos)

Bueno, gracias, gracias…


Vamos a ver, preguntas.

La revolución Sandinista no sólo no fusiló… -¿Quién es ese? ¿Quién es? Bue, no importa...- Sino que liberó a los torturadores. Allende tampoco fusiló. ¿Por qué Cuba debería haber dejado con vida a sus futuros verdugos?

Este es el Ciego de Palermo, no sé quién es. Estem, jejeje.
Bueno, muy buena pregunta que está llena de supuestos equivocados.
¿Por qué vamos a considerar que los que Cuba fusiló iban a ser sus futuros verdugos? Esto es lo que dicen los militares de los que fueron liberados el 25 de mayo del 73 por orden del ministro Rigui y de Juan Manuel Abal Medina, secretario del movimiento Justicialista.
Todos esos habían sido presos bajo una dictadura. O sea, no venían a liberar a presos de un gobierno democrático, sino presos de una dictadura.
La derecha argentina dice, y hoy lo está diciendo con mucha fuerza, que salieron a matar. Lo cual no es comprobable que todos hayan salido a matar. Algunos habrán entrado de nuevo en organizaciones, otros NO. O sea, que no podemos decir que iban a ser sus futuros verdugos.
Que los Sandinistas no fusilaron, sino que liberaron a los torturadores, y Allende tampoco fusiló. Sí, es cierto. A Allende se le criticó mucho la idea del Socialismo en Democracia. La consigna de Allende era “La vía pacífica al Socialismo”. No bien cayó Allende aparecieron libros que se titulaban “La vía pacífica al desastre”, proponiendo la lucha armada en lugar de la vía pacífica. Incluso los grupos guerrilleros argentinos en lugar de deducir de la caída de Allende que la cosa estaba muy mal… dedujeron que el único camino era la lucha armada, porque Allende había fracasado.
En fin, cuando se fusila se fracasa. Y cuando no se fusila se fracasa. Con lo cual vemos que en gran medida el destino del hombre sobre esta tierra es fracasar, pero luego volverlo a intentar. Los dos modos se intentaron.
Yo no puedo decir que Allende haya fracasado porque no fusiló. Más bien creo que fracasó porque el departamento de estado, el señor Haig, el señor Kissinger, ¡El señor Kissinger!, más el ejército chileno y las caceroleras chilenas, lo voltearon a Allende, lo voltearon a Allende. Porque directamente el Imperialismo no iba a tolerar que Allende siguiera adelante.

Bueno, terminamos. Gracias, muchas, muchas gracias.

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Filosofía Aquí y ahora III (Tercera Temporada) 4- Cartas a Lavalle

El siguiente texto es una transcripción literal de lo expuesto oralmente por J.P Feinmann en el programa de TV. "Filosofía Aquí y Ahora", Tercera Temporada.




Encuentro Nº 4: Cartas a Lavalle



Manuel Dorrego asume como gobernador de Buenos Aires en agosto de 1827. El partido Unitario rechaza sus políticas de integración con el Interior. Y en diciembre de 1828 el general Lavalle lo derroca. Dorrego es derrotado en Navarro e intenta huir. Pero es entregado a los hombres de Lavalle por dos de sus oficiales. El 13 de diciembre Manuel Dorrego es fusilado.
En 1829, Juan Manuel de Rosas, asume su primer gobierno, presentándose como el vengador de Dorrego. Y Lavalle se erige como el enemigo del régimen Rosista.
En 1840, Lavalle, lanza una ofensiva militar, que Rosas aprovecha para intensificar la actividad de la Mazorca. Son los llamados “Días del Terror Rosista”.
Lavalle se acerca a Buenos Aires, pero no avanza. Se retira hacia el Norte. Y llega a Jujuy el 8 de octubre de 1840. Muere a las seis de la mañana del día siguiente, en un confuso episodio, a mano de una partida de Federales.



1- La “Espada sin cabeza”

Este es nuestro Encuentro Nº 4. Tiene un título, y ese título es: Cartas a Lavalle.
¿Por qué se llama Cartas a Lavalle? Porque obviamente vamos a hablar de cartas que recibió Lavalle, y de gente que escribió cartas a Lavalle. Lo notable, lo histórico, es que estas cartas determinaron el fusilamiento de Manuel Dorrego. O sea, que no fueron cartas inocentes, sino que fueron cartas escritas para que Lavalle fusilara a Dorrego. De ahí que, Juan Cruz Varela, le escribiera en una de esas cartas una frase memorable: “Cartas como estas se rompen”.
Bien… Por qué las cartas a Lavalle.
Lavalle es el general que hace lo que no hace San Martín.
Seguramente, todos ustedes recuerdan una frase famosa de San Martín: “Jamás desenvainaré mi espada en luchas fratricidas”. Es decir, que San Martín hizo la guerra contra los españoles y nunca intervino, con el Ejercito Libertador, en las luchas intestinas entre Federales y Unitarios.

Lavalle vuelve con las tropas del Ejercito Libertador, de la guerra con el Brasil, y da el Primer Golpe de Estado de la historia argentina.
Porque esa especie de “Historia oficial”, que se desarrolló, sobre todo a partir del gobierno de Alfonsín, que… digamos, “Los golpes de estado empezaban con Uriburu derrocando a Irigoyen”… No es así. No todo es como se dice.
El Primer Golpe de Estado en la Argentina lo da el general Juan Lavalle contra el legítimo gobernador de la Provincia de Buenos Aires, que era el coronel Manuel Dorrego.
Dorrego era un hombre con simpatías por el Federalismo. Y Lavalle, es un hombre conquistado por los Unitarios.
Lavalle, entonces, pone al Ejercito Libertador –atención a esto- pone al Ejercito Libertador como policía interna. Es decir, Lavalle hace el pasaje de lo que hoy llamaríamos “Defensa Nacional” –que es lo que debe hacer el ejército… es decir, defender a la Nación de los enemigos externos-. Lavalle pone al ejército a hacer el trabajo de la “Seguridad nacional”. Es decir, pone el ejército, tal como lo puso en la década de sesenta la revolución de Onganía, la Revolución Argentina. Es decir, el ejército que sigue la doctrina de la Seguridad Nacional, tal como lo hizo Videla. En estos momentos, se discute mucho, o se acepta, afortunadamente, se acepta en el Ejército Argentino, que el ejército está para la Defensa Nacional. Es decir, que si un enemigo externo agrede a la Argentina, el Ejército Argentino va a salir a enfrentarlo. Pero si el conflicto es interno, el Ejército Argentino no tiene que intervenir, porque esa sería la teoría de la Seguridad Nacional… la otra es la de la Defensa Nacional, que es la que actualmente desarrolla el Ejército Argentino, para bien de todos nosotros… porque sino, volverían los Golpes de Estado.

Lavalle realiza su golpe. Y derrota a Dorrego en la batalla de Navarro.
A Dorrego lo traicionan dos militares, Acha y Escribano. Y se lo entregan a Lavalle. Y Lavalle decide si lo va a fusilar o no. Ahí, es dónde Lavalle - a quien llaman “El cóndor ciego”, y a quien califican de “Espada sin cabeza”- comienza a recibir cartas de determinados dirigentes Unitarios, prominentes dirigentes Unitarios. Una de esas citas es la que voy a leer cuidadosamente ahora; pertenece a Salvador Maria del Carril. Y la carta de Salvador María del Carril es conceptualmente poderosa… y dice así:
“General, yo tenía y mantengo una fuerte sospecha de que la espada es un instrumento de persuasión muy enérgico, y que la victoria es el título más legítimo del poder”.
Esta frase es excepcional. Esta frase hubiera fascinado a Michel Foucault. Porque para Foucault, “La Verdad, la Verdad es resultado del Poder”. No existe una Verdad para Foucault. La Verdad es el Poder de imponer la Verdad. Por eso se lucha tanto por los medios de comunicación. Porque si yo tengo cincuenta medios de comunicación en un país, tengo el poder de imponer la verdad, que es: Hacerles creer a todos, lo que yo creo.
Entonces, cuando Salvador María del Carril dice que, la victoria es lo que da consistencia al poder, lo que está diciendo es que, el poder es el que impone la verdad. Y la verdad que le va a proponer a Lavalle es: Fusilar a Dorrego.


2- La Revolución, un juego de azar

Esta carta de Salvador Maria del Carril, que vimos, tiene una fuerza excepcional. También la tienen las otras cartas, sobre todo la que le va a escribir un poeta Unitario, que va a terminar exiliándose en Montevideo, huyendo de Rosas, que es Juan Cruz Varela. Entonces, lo que le escribe Juan Cruz Varela, lo que Juan Cruz Varela le pide a Lavalle es que: La sangre que se derramó en la batalla de Navarro, tiene que ser vengada. O sea, lo que está pidiendo es una venganza por la sangre derramada.
Nosotros podríamos hacer una historia de la Argentina siguiendo esta dialéctica, digamos así: “De La Sangre Derramada”. Se derrama la sangre, y se pide derramar sangre para vengar la que se derramó. Se derrama esa sangre, y después se pide derramar otra sangre para vengar la que se derramó. Y así. Y así. Y así… La historia termina siendo una historia de venganzas por la sangre que se ha derramado. En ultima instancia, una historia de la sangre y de la violencia, y eso es más bien, espantoso, pero, cada vez la historia humana se está pareciendo más a ese matiz cruel. Que es lo que un humanismo, reflexivo, filosófico, debería luchar por evitar.

Ahora bien, lo que hace Juan Cruz Varela… El se da cuenta de que eso no le conviene que se sepa. Mucha gente se da cuenta que hacen cosas que no convienen que se sepan. Entonces, Juan Cruz Varela, después de recomendarle a Lavalle que hay que vengar la sangre que se derramó en Navarro… Es decir: -Usted general Lavalle, derrame más sangre para vengar la que se derramó en Navarro… le dice, recuerden, “Cartas como esta se rompen”, porque no quiere que esa carta trascienda. Lo notable es que estas cartas trascendieron. Después voy a decir mi tesis acerca de Por qué trascendieron estas cartas.
La otra carta, vamos a volver al otro personaje: Salvador María del Carril, que es el personaje del cual ya leímos una carta, y que tiene tal precisión conceptual, que esta carta es, digamos, un texto fundamental para reflexionar acerca de las revoluciones en la historia.
Voy a leer la cita, la cita dice así, es la carta de Salvador María del Carril al general Juan Lavalle… y le dice:
“Prescindamos del corazón en este caso “(…) –es decir, prescindir del corazón es prescindir de los sentimientos; prescindir de los sentimientos es tener el corazón frío y dispuesto para hacer lo que sea necesario… lo que sea necesario- sigue la carta de Salvador Maria del Carril: “Así considere usted la suerte de Dorrego. Mire usted que este país se fatiga 18 años hace en revoluciones, sin que una sola haya producido un escarmiento…”.
Salvador Maria del Carril olvida el fusilamiento de Santiago de Liniers a manos de La Junta de Buenos Aires. El fusilamiento de Santiago de Liniers es una obra, digamos, que lleva a cabo la Primera Junta, y que lo realiza Juan José Castelli, que recibe instrucciones de Moreno… Y Moreno le dice, como todo hombre, digamos, que tiene todo bien puesto, no solo las ideas… que: “Si usted no mata a Liniers, voy a ir yo y lo voy a matar personalmente”. La Revolución, tal como la piensa Moreno, que la piensa al estilo Jacobino, al estilo sangriento, se liga también… del modo que la piensa Engels también, en un texto muy famoso que se llama De la Autoridad. En el cual Engels dice: “No hay nada más autoritario que una Revolución”.
Vuelvo a del Carril, que cerca del final de su carta escribe un texto asombroso, asombroso, excepcional y cruel: “…Una Revolución es un juego de azar en el que se gana hasta la vida de los vencidos…”. Esta frase, como ustedes podrán ver, justifica todos los fusilamientos posteriores a cualquier revolución. Digamos, la revolución que hace Lavalle contra Dorrego, para Salvador Maria del Carril, justifica el fusilamiento de Dorrego. La revolución del 55 contra Perón, justifica el fusilamiento del general Juan José Valle. Y muchas otras revoluciones en la historia, justifican el fusilamiento de los oponentes a la revolución. Los revolucionarios siempre consideran que tienen el deber y el derecho de fusilar a aquellos que se oponen a la revolución. Esto lo llevó a cabo, como nadie, la Revolución Francesa. Pero luego lo realizaron también otras revoluciones.
Ya vamos a hablar de ese tema, largamente.


3- El Poema Conjetural de Borges

El coronel Manuel Dorrego asume su muerte, su fusilamiento, con gran dignidad. Y dice algunas frases, que proviniendo de un hombre que tiene la muerte cercana, son muy conmovedoras. Sobre todo, aquella en la que él pide, que su muerte no sea motivo alguno de derramamiento de sangre. Dorrego es, por supuesto, víctima de la intolerancia.
Esta dignidad en la muerte que tiene Dorrego, no solo la ha tenido Dorrego. Hay otros personajes en la historia argentina que fueron fusilados, y murieron con serenidad y dignidad.
Digamos, Severino di Giovanni, el anarquista que lo fusila Uriburu, muere sin aceptar la venda, y su última frase es: “Que viva la anarquía”.
El general Juan José Valle, que lo fusila el gobierno de Aramburu… el general Valle, que es fusilado en la penitenciaría de Las Heras, le escribe a Aramburu una carta terrible, en la cual de dice: “Usted pronto tendrá el discutible honor de ser mi asesino”.
Y el mismo Aramburu, según el relato que hace Firmenich en la causa peronista, muere con gran sobriedad y, digamos, sin ningún acto de temor, porque Fernando Abal Medina le dice: “Voy a proceder, general”. Y Aramburu dice: “Proceda”.
Dorrego, efectivamente, no solamente muere con dignidad, sino que su muerte no sea, como todas las muertes en la República Argentina, objeto de venganza.
Pero sin embargo, sin embargo, alguien que va a ser muy duro, que va a derramar mucha sangre, y que también va a ser muy atacado, como: Don Juan Manuel de Rosas, va a asumir su gobernación de Buenos Aires, en 1830, como: El vengador de la muerte de Dorrego.
Y su discurso inicial es ese: “Dorrego, no has muerto en vano”.
El segundo gobierno Rosas lo asume como: el que viene a poner orden en el país, después de la muerte de Juan Facundo Quiroga.

Lo que a mí me interesa es, ver, cómo es posible superar esta antinomia que hirió, que hirió a la historia argentina. La antinomia entre Civilización y Barbarie.
¿Qué pasa?
¿Es realmente la ilustración de la ciudad de Buenos Aires, la ilustración de los cultos… es realmente la Civilización?
¿Son realmente, los que no pertenecen a la cultura, los que pertenecen a la base, los que pertenecen al pueblo… los, en ultima instancia, iletrados o que no tienen una cultura elevada, son la Barbarie?
¿No puede, no puede este país integrarse?

Hay un momento que, un escritor Argentino, Jorge Luís Borges –ustedes lo conocen, porque estamos… estem, de Borges… un poquito hasta acá, hasta acá… pero bueno...- Borges escribió un gran poema.
Lo notable del poema de Borges es que va mucho más allá en profundidad que las ideas políticas que tenía Borges, que eran pobrísimas. Las ideas políticas de Borges eran las de una “Señora gorda”, digamos, no mucho más, no mucho más. No es nada, digamos, tampoco, novedoso en la Literatura Argentina. Por ejemplo hay escritores como Fogwill , que ha ido a Chile, y dijo que él quería parecerse a Pinochet, lo dijo en Chile, y que lo que más le molestaba de la Argentina eran la manifestaciones en la calle, los piqueteros… con una declaración bien “Borges”, Borges hacía ese tipo de declaraciones. Aceptó ser condecorado por Pinochet, Borges - ¿Usted escuchó esto?-. Borges aceptó ser condecorado por Pinochet. Y cuando fue condecorado dijo: “Me honra ser condecorado por el general Pinochet porque Chile tiene la forma de una espada”.
Sin embargo, sin embargo, Borges, como poeta, se trasciende a sí mismo. Es decir, cuando escribe un poema ya no es, ya no es este tilingo oligárquico que larga parrafadas reaccionarias… así, gratuitamente… porque el Poema Conjetural que Borges escribe en 1943, un mes después del 4 de junio de 1943, es decir, del golpe que lleva al Peronismo al poder. El Poema Conjetural es uno de los textos más profundos de la historia argentina. Es uno de los textos que, con mayor hondura, intenta superar la antinomia, la antinomia Civilización y Barbarie. El esfuerzo de Borges está dado en este poema, al asumir la figura de un letrado, a quien va a llamar: Un hombre de cánones y de latines… De un letrado que es muerto por la furia de la Montonera del Fraile Félix Aldao. Este Poma Conjetural, lo vamos a analizar, muy cuidadosamente, de inmediato.


4- “Vencen los Bárbaros”

El Poema Conjetural de Borges, de julio de 1943, está escrito en la forma de un monólogo interior de Narciso Laprida.
Narciso Laprida, ustedes recordarán, es el hombre que declaró la independencia, de lo que Borges llama, en su poema “Nuestras crueles Provincias” –que va a ser el título de una muy buena novela de Héctor Tizón, buena como todas las que escribe Tizón-.
Laprida ha perdido la batalla y se sabe vencido por la Montonera de Félix Aldao. Laprida piensa entonces, antes de morir –porque es un monólogo interior lo que escribe Borges- La batalla está perdida y la victoria es de los otros. Los Bárbaros vencen. Los gauchos vencen.
Vamos a detenernos en esto. “La victoria es de los otros. Los Bárbaros vencen”. O sea, que en el poema de Borges, Laprida, lo primero que dice es que los Bárbaros son los otros, tal como lo hemos venido analizando a lo largo del recorrido que venimos haciendo. Vencen los Bárbaros. Vencen los otros. Vencen los gauchos. Los gauchos son “los otros”.
¿Qué pasa que en el sigo XIX no se puede integrar el gauchaje Federal con la elite ilustrada de Buenos Aires? ¿Por qué hay una guerra civil a lo largo de todo el siglo XIX?
Porque, Laprida sigue reflexionando y dice: “Estoy huyendo por arrabales últimos hacia el Sur”. “El Sur” es siempre en Borges, el territorio de la Barbarie.
Finalmente Laprida dice: “Yo un hombre de cánones, de latines, un hombre culto… estoy por morir en medio de ciénagas, en medio de ciénagas, estoy por morir en medio del barro, en medio de la suciedad, asesinado por la Barbarie”. Y sin embargo, y sin embargo cuando Narciso de Laprida siente, lo que él llama, “el íntimo puñal” –este es el mejor adjetivo, para mí, de toda la prosa de Borges. Borges, para mí, no se ha lucido siempre con sus adjetivos, en principio porque adjetiva demasiado- pero, “El íntimo puñal, dice Laprida, ese íntimo puñal que penetra en su garganta, es suyo, es suyo. Ese íntimo puñal le da su condición de sudamericano. Morir así, morir en campo abierto, morir en medio del estruendo de la batalla, morir a manos de la Barbarie, hace de este civilizado, un Sudamericano. Porque en esa muerte se conjugan Civilización y Barbarie. Porque él, ahí se da cuenta, de que no es un europeo. Que vive en este territorio, que es Sudamérica, que es un territorio, digamos, “de sonido y de furia” –para usar la frase de Fouine ¿No?-, es un territorio de estruendo, de sangre, de batalla, de contradicciones, de contradicciones insolubles. Pero sin embargo, cuando Laprida siente que ese cuchillo de la Barbarie lo completa a él como sudamericano… porque él es a la vez: Un Civilizado y un Bárbaro… en ese momento la poética de Borges llega a su más alta expresión. Y ahí, Laprida dice: “Yo encuentro aquí mi destino sudamericano”. ¿Por qué? Porque un sudamericano, no solamente es un hombre de letras, de cánones, de latines… es también un hombre que tiene que asumir la Barbarie del territorio en el cual ha crecido. Y con esa Barbarie tiene que dialogar. Con esa Barbarie tiene que enfrentarse y saber que es parte de él. No puede negarla, como si fuera algo totalmente exótico, como si fuera lo otro, ¡Como si él fuera un europeo!... y todo aquello le fuera totalmente ajeno.

La historia argentina pudo haber sido otra, si los Unitarios del siglo XIX hubieran aceptado que, el País Federal también eran ellos. Que no había una Barbarie como territorio del otro, sino que ese territorio no era el del otro, sino que debió ser el de todos… El de todos.
Que quede claro: EL DE TODOS. El de los Civilizados y el de los Bárbaros, que deben unirse, unirse para delinear la cara de un País Conciliado.
Nunca vamos a conciliar este país si lo seguimos dividiendo entre Civilizados cultos y Bárbaros incultos.

Entonces, lo que hace Buenos Aires es, justamente, lo contrario. Instaura el librecambio. Y el librecambio lo que hace es, traer las manufacturas europeas. Y considerar que Inglaterra es el taller del mundo y la Argentina es el granero del mundo. Al considerar que la Argentina es el granero del mundo e Inglaterra es el taller del mundo, Argentina se condena a no ser jamás un país industrial. Y al dejar que penetren las mercancías de Europa, arrasa con las industrias nacientes artesanales del Interior, que alguna vez pudieron haber dado un rostro fabril a nuestro país… que no lo tuvo nunca.

Bueno. Esto es todo y hasta luego.


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15.4.10

Filosofía Aquí y ahora III (Tercera Temporada) 3- Alberdi y la Revolución de Mayo

El siguiente texto es una transcripción literal de lo expuesto oralmente por J.P Feinmann en el programa de TV. "Filosofía Aquí y Ahora", Tercera Temporada.




Encuentro Nº 3: Alberdi y la Revolución de Mayo

Juan Bautista Alberdi nace en Tucumán en agosto de 1810. A los 14 años llega a Buenos Aires, para estudiar en el Colegio de Ciencias Morales. Y continúa sus estudios en la Universidad de Buenos Aires y en Córdoba. A partir de 1835, junto con otros intelectuales, como Esteban Echeverría, Juan María Gutiérrez y Vicente Fidel López, participa del Salón Literario, en donde se intenta un abordaje intelectual de la situación del País. En 1837, a los 26 años, escribe el “Fragmento preliminar al estudio del derecho”. Un intento de colaboración con el gobierno de Rosas, que no tiene éxito. En 1838, perseguido por el régimen Rosista, Alberdi se exilia en Montevideo, desde donde realiza fuertes críticas al gobierno de Rosas. A partir de 1855 reside en Europa como diplomático de la Confederación Urquicista. Crítico de la guerra del Paraguay, y de las políticas de Buenos Aires, regresa a la Argentina en 1879. Sin embargo, en medio de fuertes enemistades, a los pocos años, decide regresar a Europa. Muere en Neuilly, París, Francia, el 19 de junio de 1884.


1-El Enfoque Federalista de Alberdi

Estamos en el Tercer Ciclo de “Filosofía, aquí y ahora”. Este es, justamente, nuestro tercer programa, en el cual, nos vamos a ocupar de una relación, una interpretación que tiene Alberdi sobre la Revolución de Mayo.
Esta interpretación que hace Alberdi está en un libro suyo, que pertenece a “Los Escritos Póstumos” de Alberdi, que son dieciséis tomos, que se editaron, más o menos, en 1895. Y han sido reeditados. El tomo V, de esos dieciséis tomos, se llama “Belgrano y sus historiadores”, y en ese tomo, Juan Bautista Alberdi hace una crítica muy severa a la Revolución de Mayo.
La crítica de Alberdi implica, ¡Atención!, implica un enfoque Federalista. Alberdi mira a la Revolución de Mayo desde el punto de vista de las Provincias. No desde el punto de vista de Buenos Aires, que es, el punto de vista desde el cual la miraron y la hicieron Moreno, Castelli, Paso, Belgrano, es decir, la elite ilustrada de Buenos Aires. El punto de vista de Alberdi es el del Federalismo, es el de las Provincias. Y Alberdi va a concluir diciendo: “La Revolución de Mayo se hizo –Atención- se hizo en beneficio de Buenos Aires. Fue una revolución que hizo Buenos Aires contra España para sojuzgar a las Provincias. Se reemplazó el coloniaje español sobre Buenos Aires, por el coloniaje de Buenos Aires sobre las Provincias”. Con este pensamiento, Juan Bautista Alberdi, que fue un hombre inteligentísimo, y que vivió la mayoría de su vida exiliado –como mucho de los hombres inteligentes de la Argentina, que tienen que vivir afuera del país, porque este país no tolera demasiado la inteligencia- Alberdi, es un permanente exiliado. Y, desde el exilio, escribe este tomo quinto, en el cual, y a partir del cual, nosotros podemos trazar dos líneas de interpretación en la historia argentina. Usted, está habituado a conocer una sola. El revisionismo histórico, a partir del 30, intentó hacer conocer otra, que fue una visión alternativa, pero que en verdad cambio un panteón de héroes por otro panteón de héroes.
Nosotros tratamos de ver una historia argentina que no tiene héroes, sino que tiene seres humanos de carne y hueso, con virtudes, defectos… y con toda la complejidad que tiene la historia. La complejidad de la historia viene, porque la hacen los hombres, y los hombres son seres realmente complejos.
Entonces estamos hablando de dos líneas en la historia argentina, desde el pensamiento de Alberdi. Alberdi representa a la línea del Liberalismo Integracionista. Alberdi representa el intento de hacer un país integral. No centrado en el poder de Buenos Aires, sino que este poder de Buenos Aires integre también a las Provincias.
Alberdi va a hablar –y más adelante lo vamos a ver- de una Democracia Culta y de una Democracia Bárbara. La Democracia Bárbara, estaría en las Provincias. Pero Alberdi va a decir: “Sin esa Democracia Bárbara, no hay país. No se puede hacer un país excluyendo los cultos a los bárbaros. No hay país así. Lo que hay es una elite, una ciudad poderosa que domina a todo el resto del país”.
Y esto es lo que surgió de la otra línea del Liberalismo. Que es, la línea del Liberalismo Excluyente. La línea del Liberalismo que, expresan Sarmiento, en el Facundo, y que luego va a expresar Mitre en su política, sobre todo en la política que Mitre realiza después de la Batalla de Pavón, de 1861, en la cual, Urquiza le entrega la batalla… -pero eso, ya lo vamos a ver-.
La cuestión es qué, en el Liberalismo Excluyente, lo que se excluye es todo el país, menos Buenos Aires. El Liberalismo Excluyente se centra en Buenos Aires. En Buenos Aires está la elite. Y el resto del país tiene que someterse a los intereses de Buenos Aires. Eso, para Alberdi es La Revolución de Mayo.
Ahora bien… Vamos a pensar en Moreno. Porque Moreno es el que inaugura, digamos, es el disparador de la Revolución de Mayo, junto con las milicias de Saavedra, y junto con su grupo de amigos, fundamentalmente Juan José Castelli, -que, en una extraordinaria novela, Andrés Rivera, en una novela que se llama “La Revolución es un sueño eterno”, Rivera retrata a Juan José Castelli-.
Para desdicha de muchos admiradores de Moreno, y de Castelli, y de Belgrano… Mi interpretación de la Revolución de Mayo va a consistir en afirmar que NO FUE UNA REVOLUCIÓN. Así qué, queridos amigos míos, de la izquierda moreniana, están ustedes avisados: No fue una Revolución. Fue algo muy interesante, pero no una Revolución.


2-La Modernidad Capitalista y el Librecambio

La Revolución de Mayo es exactamente, la incorporación de Buenos Aires, Buenos Aires en tanto representante de la República Argentina, o sea, es la incorporación de la Argentina a la modernidad capitalista.
Tenemos que explicar qué es la modernidad capitalista. No era España. España era el atraso, no la modernidad. Lo que advierten, los llamados próceres de mayo, es que, para que el país inicie su definitivo despegue y salga del atraso que significa estar ligado a la España monárquica, feudal, que no ha hecho su revolución francesa… El país tiene que unirse, unirse a ese tren de la historia, que se encarna en Gran Bretaña y Francia en lo cultural. Para esto, lo que ven los revolucionarios de mayo es que, en realidad esa era la revolución, y esa era la única revolución que se podía hacer.
A ver si lo entienden, mis buenos amigos: No se podía hacer otra revolución y además no la hicieron. No la hicieron. Moreno no expropió la tierra. Moreno no expropió a los comerciantes. Moreno todavía hablaba de Fernando VII. Pero, el verdadero movimiento revolucionario que hace Moreno es: Salir de la esfera arcaica, feudal, monárquica, atrasada española, para entrar en la esfera de la modernidad capitalista, de la razón, del progreso, de la civilización. Esto es, realmente, un cambio importante, y este es el cambio que se hizo en todas las revoluciones de América Latina a comienzos del siglo XIX.
Y, ese cambio, es el cambio cuyo bicentenario vamos a festejar ahora. Haber entrado en la modernidad capitalista, en la racionalidad, civilización, progreso, tren de la historia… -como quieran llamarlo- pero en el, también, librecambio, en el librecambio. Porque lo que quiere Moreno es salir, salir del monopolio español.
Ustedes piensen que, la Argentina, en tanto colonia española, solo podía comerciar con Cádiz, con España. Y esto era terrible. No lo quieren para nada, ni los comerciantes del puerto, ni la elite ilustrada. No lo quieren, digamos, los que están ligados a las esferas del poder. Lo que quieren es comerciar libremente con quienes se le antoje. Quieren quebrar el monopolio español. Y en efecto, lo quiebran. Al quebrar el monopolio español, comienzan a comerciar con Inglaterra, sobre todo, que es para ellos el taller del mundo -ya vamos a ver lo que es eso- … Y vienen los libros de Francia. Nosotros no podemos ni imaginar lo que era para Buenos Aires, recibir libremente los libros de Francia que España impedía entrar en la Argentina. Y, además, todo el comercio con Inglaterra se hacía a través del contrabando.
O sea que, era blanquear una situación. La Revolución de Mayo era blanquear una situación.
El Librecambio. Vamos a preguntarnos qué es el Librecambio. El Librecambio nace en Inglaterra en el siglo XIX. El Librecambio es la doctrina esencial del sistema de producción capitalista. Pero, en Inglaterra, en 1815, había una ley que se llamaba la Ley de Cereales. Esto es muy simple. ¿Por qué la Ley del Cereal? Porque la burguesía industrial, a raíz de esta Ley de Cereales, estaba obligada a comprar sus materias primas a la aristocracia cerealera británica. Pero, la burguesía industrial se da cuenta, que puede conseguir sus materias primas, a precios mucho más reducidos, si las compra en las colonias. Entonces, para eso, necesita derogar la Ley de Cereales que protegía a la aristocracia cerealera británica. En esta tarea se unen el proletariado y la burguesía británica, y derogan la Ley de Cereales.
Cuando derogan la Ley de Cereales, queda inaugurado el Librecambio.
Entonces, la burguesía industrial británica puede importar todas las materias primas que quiera, de todas las colonias que ha tomado. Y la aristocracia cerealera, bueno, se joroba. Está liquidada, o no está liquidada… pero ya no le vende el trigo caro a los industriales.
Necesito explicar brevemente por qué los industriales de Manchester y Liverpool querían el trigo barato. Para hacer pan barato. Ustedes saben cómo se calculaba el salario de un obrero… por aquellos elementos necesarios para mantener su vida. En consecuencia, el pan era muy importante. En consecuencia, si la burguesía industrial conseguía el trigo mucho mas barato en las colonias, para qué se lo iba a comprar a la aristocracia cerealera británica.
Yo creo que este esquema está claro. Es decir: El Librecambio comienza a principios del siglo XIX. Se deroga la Ley de Cereales. Y los ingleses declaran el Librecambio. Importan las materias primas de las colonias. Reducen lo que les cuesta mantener un obrero. La aristocracia cerealera monocultivista, es derrotada –como en todos los grandes países que tuvieron un gran desarrollo industrial-. Derrotaron al sector monocultivista y la burguesía industrial gana la batalla. Y efectivamente, se inaugura el Librecambio.
Bueno. Ya volvemos.


3-El Pacto Neocolonial

La Revolución de Mayo no crea una Nación independiente. Se puede decir que, crea una Nación independiente del poder español, del poder español. Y esta es la gran tarea de San Martín, digamos, liberar a América Latina del poder español, que como dije, era un poder arcaico.
Pero lo que hace Moreno y su grupo de elite es crear una Nación que se incorpora a la modernidad que, en ese momento están encarnando las naciones europeas.
Se establece aquí, algo que quiero decir, y, a mis amigos morenistas, que incorporen bien este concepto: Se inaugura con Moreno el pacto Neocolonial. El pacto con España era un pacto colonial. Un pacto colonial de absoluta dependencia. No teníamos bandera. No teníamos signo. No teníamos independencia. No teníamos Congreso de Tucumán.
Bueno, los ingleses son muy inteligentes. George Canning, Richard Cobden, Adam Smith, van a decir: “Pero déjenlos, que tengan bandera, que tengan himno, que tengan todo lo que quieran, que sean independientes… pero que hagan negocios con nosotros.
Ese es el pacto Neocolonial. Reemplazar la dominación directa por la dominación económica, que comienza, claramente, con el empréstito Baring Brothers, de Rivadavia.
Entonces, lo que Moreno ve claro, es que el país puede salir adelante si establece un nuevo pacto con las naciones más poderosas de Europa.
Por otra parte, nadie me va a negar que “Una Revolución se hace con el Pueblo”. Si no se tiene pueblo, no se puede hacer una Revolución. El pueblo estaba en el interior del país. Y el interior del país estaba poblado por gauchos, que para Moreno no eran el pueblo. Porque lo que Moreno estaba buscando y necesitando, ya que su modelo era la Revolución Francesa, era una burguesía revolucionaria. Una burguesía revolucionaria tal como la que habían tenido Robespierre, Saint-Just.
En éste sentido, y creo que voy a decir algo bastante nuevo, Moreno tiene el mismo problema que va a tener Lenin en Rusia. Moreno no tiene la clase social capaz de ponerse como base a su proyecto revolucionario. No tiene una burguesía revolucionaria. No hay burguesía. Hay estamentos del imperio español, hay comerciantes y hay, digamos, una campaña agrícola-ganadera. No hay una burguesía revolucionaria. Moreno es un revolucionario sin burguesía.
Voy a hacer la comparación con Lenin. Ustedes observen el caso de Lenin cómo es exactamente parecido al de Moreno. ¿Qué hace Lenin? Lenin hace la Revolución. Pero, ¿Qué tienen Lenin? Tiene un campesinado. No tiene un proletariado urbano, como Lenin necesita, porque es un marxista. Para Marx, la Revolución se hace con el proletariado urbano. Y el proletariado urbano surge del desarrollo del sistema capitalista. Entonces, en Lenin, se plantea el siguiente problema: “Para tener un proletariado urbano, yo necesito un desarrollo capitalista en Rusia, y eso me va a llevar por lo menos medio siglo. Luego del medio siglo va a surgir un proletariado urbano. No puedo esperar tanto. Como no tengo proletariado urbano, voy a crear una ideología revolucionaria que voy a incluir, que voy a deslizar, que voy a meter, verticalmente, en las masas campesinas, para llevarlas a la Revolución, desde la Ideología.
O sea, Lenin quería hacer una revolución socialista pero no tenía el proletariado. Y Moreno quería hacer una revolución democrático-burguesa pero no tenía a la burguesía. Tampoco tenía masas como para imponer los proyectos de el Plan revolucionario de Operaciones. Porque, si yo me propongo, si yo me propongo crear un Estado intervencionista y confiscar las grandes fortunas… (Yo me puedo proponer eso…) digamos, esto es lo que hoy propone, digamos, el Partido Obrero, y lo propone a cada rato, digamos… “Lo que hay que hacer es expropiar….”. Cuando sube Cámpora, el ERP le plantea a Cámpora, que lo que tiene que hacer es expropiar a la oligarquía. Y bueno, le dice Cámpora, “No sé cómo hacerlo, porque no puedo”.
Entonces, el problema que tiene Moreno es que el Plan de Operaciones, es efectivamente revolucionario, pero no tiene con qué llevarlo a cabo.
La pregunta que uno tiene que hacerle a todo aquél que le presente una teoría revolucionaria perfecta es: ¿Con qué elementos políticos sociales vas a llevar adelante esta Revolución? Porque tu plan revolucionario es perfecto, pero, si no tenés, si no tenés un poder de movilización de masas, no lo vas a llevar adelante. Y esto es lo que los sectores de izquierda nunca pudieron, no solo entender, sino lograr en la Argentina. Nunca tuvieron un apoyo de masas para sus planes revolucionarios. Eso lo logró el Yrigoyenismo, el Peronismo, pero, eran movimientos que no pertenecían a la izquierda. Esa era otra historia.
Bueno, hasta aquí llegamos, por el momento.


4-La Democracia Bárbara

En el tomo quinto, de Los Escritos Póstumos de Juan Bautista Alberdi, va a estudiar, detenidamente, qué era lo que había en el Interior del país –eso que no le interesó a Moreno y a la elite ilustrada moreniana, que creían representar la civilización, el progreso, las luces de la razón-. Lo que había en el Interior del país, Alberdi lo va a llamar “Democracia Bárbara”. Es un concepto genial de Alberdi. “Democracia Bárbara”, porque claramente, para Alberdi, es el pueblo de las Provincias. Eran las bases reales del país. Esos pueblos que, la Revolución de Mayo va a acusar, a acusar de contrarrevolucionarios, godistas, españolistas… que va a fusilar a Liniers, por afirmar que está del lado de las Provincias… Ese pueblo, esas masas del Interior que efectivamente no son las de Buenos Aires… Son incultos, no tienen la cultura de la elite, pero… bueno, el pueblo es así, sobre todo si se lo abandona a una especie de vida pastoril, como llevaba el gaucho en el interior de Buenos Aires, las masas de Buenos Aires… Pero Alberdi le da la estatura, la estatura constitucional, filosófico-política de, Democracia Bárbara. Democracia Bárbara significa que, esos a quienes Buenos Aires llama “Los Bárbaros”, esos, son la expresión de la democracia, porque son la mayoría, la plebe… Aquellos que merecen ser representados, que merecen la dignidad de ser representados. ¿Por quiénes son representados? Son representados habitualmente por caudillos. Estos caudillos surgen de la masa. Surgen del pueblo. Son líderes que el pueblo del Interior se va dando a si mismos. Es así como los pueblos del Interior comienzan a tener sus propios jefes.
Esta era la reacción del Federalismo surgente en las Provincias, contra la Prepotencia de Buenos Aires, que en verdad invade las Provincias para afirmar su poder económico-político sobre ellas. Finalmente lo va a lograr a través de la Aduana y el Puerto, pero luego de casi un siglo de guerras civiles. Entretanto, ahí surge el Federalismo del Interior.
El Federalismo del Interior surge, porque los pueblos del Interior no ven en la Revolución de Mayo una revolución Nacional, para todos, sino una revolución local para Buenos Aires.
Ahí aparece lo que se va a dar en llamar “Las Montoneras Federales”. La palabra “Montonera” surge de una expresión que quiere decir: “Gauchos que andan en montón”. Estas Montoneras van a tener sus jefes, sus caudillos. Van a ser una de las expresiones más genuinas, más coloridas, más vibrantes, más sudorosas, ardientes, estruendosas, de la política Argentina.
Van a ser derrotadas a lo largo de todo el siglo XIX. Pero, recién en 1874, el último caudillo, Ricardo López Jordán, es asesinado. Mientras tanto, Buenos Aires a tenido que luchar casi un siglo contra el Federalismo, y estuvo a punto de perder, estuvimos a punto de tener un país integrado –ya esto lo vamos a ver-.
Pero, la Argentina debió ser entonces, ésta es nuestra tesis: Debió ser Civilización y Barbarie. Las dos cosas.
Pero, Buenos Aires se obstina en su dominio sobre el Interior. Y a ese Interior lo califica de Bárbaro. ¿Qué quiere decir bárbaro? Bárbaro quiere decir: “El que no es como nosotros”. Bárbaro quiere decir: “El Otro, el Extranjero, el que no es de aquí”.
Entonces, si la barbarie está en el Interior, el Interior no es parte de la Argentina. Buenos Aires es la Argentina. El Interior es la barbarie.
En este sentido la Revolución de Mayo fue soberbia. Fue fruto de la soberbia de Buenos Aires. Porque se hizo, como dice Alberdi, ignorando a la Democracia Bárbara. La solución que hubiera debido tener este país, y que todavía no tiene, al contrario, que está cada vez más agravada, porque cada vez más Buenos Aires sigue siendo una ciudad opulenta, que pronto va a levantar muros para protegerse, y el resto del país o el cono urbano está habitado por excluidos, marginados, por antiguos seres que alguna vez fueron obreros, y ahora, esta nueva clase obrera es la delincuencia, que en lugar de ser integrada, comprendida… es perseguida. ¿Por qué? Porque esta gente es la Democracia Bárbara de hoy.
Y lo que decía Alberdi es: “Si queremos tener un país, tenemos que unir, unir, la Democracia de la Civilización de Buenos Aires con la Democracia Bárbara del Interior del país”.

Hasta luego.

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14.4.10

Ciclo de conferencias "A Pensar de Todo" - Pensar la Izquierda - Primera Parte

El siguiente texto es una transcripción literal de lo expuesto oralmente por José Pablo Feinmann en el Ciclo de conferencias "A Pensar de Todo", realizado durante el año 2009 en el Centro Armenio de Buenos Aires.



(Presentación/Introducción)


Pensar La Izquierda

Podríamos empezar por la invasión de los usurpadores de cuerpos, el Macartismo, la paranoia y la advertencia "Usted es el próximo". Hoover y el Comunismo como epidemia.
Cae el muro de Berlín. El Capitalismo se queda solo. ¿Es el fin de la historia?
No podemos pensar la Izquierda sin preguntarnos ¿Qué pasa con el Capitalismo hoy?
El dinero se gana con dinero, la especulación reemplaza la inversión, hay cada vez más excluidos.
Los clásicos del Capitalismo, Adam Smith, David Ricardo, ¿Llamarían a esto Capitalismo?
Tenemos que pensar como surge el concepto de Izquierda. La Revolución Francesa, la Burguesía que se adueña del poder, la guillotina, Robespierre, Saint-Just, el gobierno revolucionario y los enemigos del pueblo.
Vamos a pensar qué es una Revolución. ¿Es, como piensa Engels, la cosa más autoritaria que hay?
Vamos a definir filosóficamente qué es la izquierda, repasar el concepto de dialéctica en Hegel y en Marx.
Y la pregunta... ¿Se acabaron las izquierdas?


(Conferencia)


Buenas noches, ¿Que tal?, ¿Cómo están?

Bueno, este final fabuloso que acaban de ver, es el final de La Invasión de los Usurpadores de Cuerpos, que es la gran película que se hizo en la década del 50, en Estados Unidos, sobre la invasión del Comunismo, ¿No? La gran película del Macartismo.
Ese actor que vieron, que hace tan bien lo que tiene que hacer en esa escena, se llama Kevin McCarthy. Y no hizo mucha carrera, pero es, como ustedes se imaginarán, es un ícono del cine solo por haber hecho esa película, y hasta casi esa escena, que está magistral. Porque hay pocas escenas que expresen hasta tal punto la paranoia de un país, ¿No?, la locura de un país, de ese tipo que está parando a los coches en medio de una autopista y diciendo, "Usted es el próximo, usted es el próximo".
¿Por qué usted es el próximo? Porque usted es el próximo de cuya mente se van a apoderar los Comunistas. Es decir, Estados Unidos vio siempre al Comunismo como... como dice Hoover, como una epidemia que no puede ser contenida, ¿No? sino, bueno, reprimida con medios durísimos.
Pero es una epidemia que consiste en apoderarse del alma y del cuerpo de los buenos americanos.
La película es "Invasion of the Body Snatchers", La Invasión de los apropiadores de cuerpos. Se hizo hace poco una muy, muy mala remake, con Nicole Kidman y un actor que se llama Ben Chaplin, creo.
Se hizo una anterior con Donald Sutherland, que es muy buena.
Bueno, Kevin McCarthy ahí, bueno, grita eso. La película termina ahí. Es un final muy impresionante, porque además es el final típico de la paranoia, ¿No? "Usted es el próximo, usted es el próximo. Les estoy avisando".
Bueno, ¿Qué es esto a lo que Estados Unidos en los años 50 le tenía tanto miedo? Es el Comunismo, es el Comunismo.
Ahora ya no le tiene miedo, parece. Pero, ¿Por qué? Porque luego de la caída del Muro de Berlín, luego de la caída del Muro de Berlín... el Neoliberalismo pareciera respirar.
Viene incluso Fukuyama y dice "La historia se acabó". Porque la historia pareciera haber sido una dialéctica entre la Izquierda y la Derecha, ¿No?, entre las democracias occidentales y los autoritarismos Comunistas, que se expandían como las epidemias. Y una de las más peligrosas expansiones, de las más dolorosas, fue la de la Revolución Cubana, porque era tener ahí, digamos, un peligrosísimo punto de apoyo para los Comunistas. Y era algo que Estados Unidos ni sospechó de Castro y los suyos.
Entonces, que se le ponga Cuba ahí a Estados Unidos, le preocupa muchísimo, porque esto significa que tiene al enemigo muy cerca.
Ahora, ¿Cómo pudo Cuba hacer la revolución?
Porque increíblemente, increíblemente, los servicios secretos norteamericanos, la CIA, el FBI... creyeron que Castro y los suyos eran una bandita de barbudos jóvenes, simpáticos y agradables que venían a reemplazar a una dictadura, ya muy incómoda por lo sanguinaria, corrupta, como la de Batista.
Entonces, bueno, Castro se instaló ahí y al poco tiempo anunció que era Marxista. Y los Norteamericanos se asombraron... pero dijeron: "Esto no nos pasa más". Y no les pasó más...
Esto se nota con Allende, ¿No? Hay varios documentales muy interesantes, uno con Alexander Haig, que es el que vino acá a negociar por Malvinas, donde el tipo dice: "¿Cómo no íbamos a tirar a Allende? ¿Otro Castro en América? No, no nos vamos a descuidar más".
O sea, esto tiene mucho que ver con muchas cosas que pasaron en Latinoamérica, dijo Alexander Haig, "No en América". América son ellos.

Bueno, entonces, ¿Qué tenemos? Cae el muro de Berlín y el Neoliberalismo se queda solo en la historia, solo. Entonces Fukuyama dice "Terminó la historia". Viene Huntington, y dice, "No, ahora hay un choque de civilizaciones. Nuestro enemigo es el Islam".
Pero entretanto, el mundo, el mundo es el Capitalismo hoy. Y la responsabilidad del Capitalismo es muy grande. Y es tan grande que no consigue dar respuesta a esta responsabilidad, porque emm... estem... en una obra de Abelardo Castillo sobre Edgar Allan Poe, Edgar Allan Poe está desolado y entregado al alcohol y le dice a su amigo: "Estoy desesperado porque un padre que no puede mantener a su familia no merece... no tiene dignidad".
Bueno, el Capitalismo no puede mantener a su familia. El Capitalismo... si los clásicos del Capitalismo revivieran, -Adam Smith, David Ricardo, Thomas Hobbes-, dirían: "No, esto no es el Capitalismo. El Capitalismo es un sistema de desigualdades" De acuerdo.
Con lo cual, digamos, Smith, Hobbes, le darían la razón a Bobbio, que escribió un libro muy famoso a comienzos de la década del 90, que se llamaba Derecha e Izquierda, “Destra e sinistra”, en el cual decía que la diferencia era el concepto de igualdad. Que para la Derecha la desigualdad es buena, y es inevitable, y es necesaria.
Y para la Izquierda, la lucha es la lucha por la igualdad.
Es una práctica y muy atinada diferenciación inicial, digamos.
Entonces, lo que dirían los grandes teóricos del Capitalismo es: "Nosotros estamos de acuerdo con la desigualdad, porque hay hombres que tienen que tener el Capital y hay hombres que tienen que trabajar para los que tienen el Capital".
Ahora, los que tienen el Capital tienen que instalar industrias productivas, que les permitan renovar ese capital y acrecentarlo. Y tienen que tener para que esa producción se desarrolle, tienen que tener obreros, a los cuales les van a pagar un salario. Como ya vimos seguramente en alguna oportunidad, ese salario es exactamente lo que el obrero necesita para mantener su vida, para mantener una vida digna.
Para comer, para vestirse, y hasta para tener sus actividades de ociosidad, digamos, escasas, pero...
Es lo que, digamos, a principios de siglo, se hablaba de una pobreza digna. Era un concepto de los inmigrantes, ¿No?
"En esta casa somos pobres, pero nuestra pobreza es digna". "Nunca falta un lugar en nuestra mesa para alguien".
Y hasta más aún todavía. Yo recuerdo viejas películas argentinas, que salía la madre de la familia y decía: "Aquí nunca se tomó mal vino".
Bueno, o sea... ¿Que diría entonces, digamos, Smith, Ricardo? Dirían: "No, eso es el Capitalismo, el Capitalismo es el sistema de producción de mercancías. Para producir esas mercancías son necesarias fábricas. Para que esas fábricas funcionen, son necesarios obreros. Entre los capitalistas que poseen la producción y los obreros que no poseen los medios de producción, hay una desigualdad. Pero esa desigualdad nunca debe ser tanta como para enviar el obrero a la miseria. No queremos tener miserables, queremos tener obreros".

Eso es lo que el Neoliberalismo cambió. El Neoliberalismo es el pasaje de el Liberalismo que era un sistema de producción, un sistema de la burguesía productiva, que producía para un mercado interno que consumía, y gran parte de ese mercado interno eran los mismos obreros que también consumían.
Era un sistema de producción y de consumo. Era un sistema de salarios que al obrero le permitían vivir.

El Neoliberalismo es cuando se comienzan a formar no solo los Monopolios, sino los Oligopolios, que son las formaciones de Monopolios.
Y estos Oligopolios no son necesariamente, ni mucho menos, instrumentos de la producción, sino que frecuentemente son pools de inversión.
Entonces, el Neoliberalismo se caracteriza por hacer dinero con el dinero, y el hacer dinero con el dinero, elimina el concepto de la producción. Al descender tanto el nivel de la producción, desciende el nivel de la necesidad de obreros que trabajen para el mundo de la producción.

Entonces, si el dinero se gana con el dinero, y si la especulación reemplaza a la inversión y a la producción, tenemos que cada vez hay más desocupados, gente que no tiene trabajo, o gente a la cual se le ofrece una especie de sub-trabajo cuyo salario no es un salario. Es una especie de limosna, o de compensación, pero no responde a los cánones que los teóricos del Capitalismo fijaron para el salario, es decir, aquella cantidad de dinero con la cual el obrero pueda vivir, mantenerse, vestirse, y hasta tener sus jornadas de ocio.

Y este es el problema del Neoliberalismo hoy, en el cual uno puede decir, "Bueno, ¿Y? Se acabó la Izquierda, no hay Izquierda. ¿Y ahora?"
Ahora no hay Izquierda... y hay algo mucho peor que la Izquierda. Están todos los marginados, los excluidos, los drogados, los arrojados a distintos infiernos, que eran antes, que hubieran sido antes, los obreros de las fábricas de los Capitalistas, de la Burguesía.
Hoy son, o inmigrantes indeseados, como los llama Samuel Huntington, Inmigrantes Indeseados, "Illegal Aliens", Extranjeros Ilegales. Y no están en la centralidad porque habitan los márgenes y... bueno, y son un peligro cada vez más numeroso, incontenible, posiblemente desbordante... barbárico, en efecto, barbárico...
Hay un libro que se llama Waiting for the Barbarians, “Esperando a los Bárbaros”. Están esperando a los bárbaros.
En realidad uno tiene cierto... cierto placer, como decir, "Bueno, jódanse, esto se lo buscaron" ¿Vieron? Ya no hay más Izquierda, ya no hay quién se preocupe por los pobres, no hay partidos Socialistas poderosos, a ustedes les importa nada, ¡nada!, el hambre, la enfermedad... Es lo que dice Castro, muy bien. "Podrán matar a los hambrientos, podrán matar a los pobres, podrán matar... pero no van a matar el hambre, etc".

Eso sigue. Y, ¿qué tenemos entonces? Tenemos un mundo central, central, cada vez más reducido, y más poderoso, y más armado.
Y tenemos una periferia cada vez mayor, más furiosa, más barbárica, más brutalizada, más ignorante, menos solidaria, más sanguinaria, con mayor odio a la vida, porque si no respetan la suya ¿Por qué va a respetar la de los otros? Si ha sido escupida de la sociedad, ¿Por qué va a respetar a esa sociedad?

Entonces el problema que se presenta hoy ya no es un problema, digamos, "El de la Revolución", que vamos a ver que era la Revolución. La revolución NO SERÁ...
Lo que sí puede ser es la destrucción masiva, la invasión, digamos, la invasión a los grandes centros poblados. Y la, digamos, un desorden, pero un desorden de masas, ya no... aideológico, sin ideología. La simple ideología es, "Nosotros odiamos a los que comen, a los que se visten y a los que tienen trabajo". Entonces, "Esos son nuestros enemigos" Y vamos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

Entre tanto, luego de todas las manipulaciones que hicieron las grandes potencias en el mundo del Islam, en el mundo árabe, "Potenciamos a estos, porque van a pelear contra estos, que son los que pelean contra nosotros. Pero después resulta que son estos los que pelean contra nosotros, y están llenos de armas, porque se las dimos nosotros para que pelearan contra estos, cuando estos peleaban contra nosotros. Pero ahora estos pelean contra nosotros, y tienen montones de armas que les dimos, están armados hasta los dientes".
Y hay, por supuesto, los grandes negocios de los vendedores de armas, que venden armas por todos lados...
O sea que hay en este momento, la historia está llegando a una multipolaridad nuclear, porque ya casi no hay país que no tenga armamento nuclear.
Y es muy difícil ver que el Capitalismo triunfante pueda solucionar este problema, porque ya es tarde. Digamos, por la integración ya no lo va a solucionar.
Ni Francia va a integrar a los Musulmanes, ni Estados Unidos va a integrar a todos los Mexicanos, que alguna vez se va a ir todo México a Estados Unidos.
Ni la Argentina va a integrar a sus hambrientos. No los puede integrar ya. Es tanta la pobreza, ¡Es tanta la pobreza!
Incluso, habrán leído ustedes, que el presidente de la Organización Mundial de la Salud, en el año 2009 dijo que jamás en la historia humana el hambre, la cantidad de hambrientos había sido tan gigantesca.
Esto es la negación total del progreso. Si a eso unimos que los que se oponen al Capitalismo no tienen idea de como superarlo, no tiene una ideología de superación, como tenían los revolucionarios del siglo XX, que la Revolución era la Revolución. Era una teoría de la superación TOTAL del sistema Capitalista de producción. Era una concepción ¡Total! de la vida, totalizadora. Por eso era una Revolución. La idea de Revolución es la idea de Totalización, es decir, la superación TOTAL del sistema Capitalista.
Eso, que ha muerto, hoy no lo tiene nadie. Lo que puede tener el Terrorismo, lejos de ser una teoría de la superación total del sistema Capitalista, es una teoría de la destrucción de este sistema, por el sencillo motivo que cuando uno no sabe como reemplazar algo, lo que puede hacer en su lugar es destruirlo.
"Yo no sé como reemplazar esto, pero lo voy a destruir".
Entonces, creo que van a venir, es muy posible que, hace tiempo que no vemos atentados de magnitud importante, pero estamos a... yo soy pesimista en este aspecto. Porque hay dos teorías.
Una teoría, muy fundamentada, filosóficamente fundamentada por filósofos Heideggerianos, que hablan de un Nuevo Comienzo, un Nuevo Comienzo. Es, digamos, una guerra nuclear, una guerra nuclear que acabe con gran parte de la humanidad, y los que queden van a iniciar un Nuevo Comienzo más abiertos a la voz del ser...
Bueno, yo de eso... la verdad... me cago de risa. ¿Pero que voy a hacer? Uno los tiene que escuchar...
Pero eso revela algo también, que no será un nuevo comienzo, puede ser el fin.
Pero también es muy posible... hay muchos halcones en Estados Unidos que proponen la teoría, sí, de la guerra nuclear restringida, ¿No? Una guerra nuclear restringida, que la guerra nuclear no es restringida, es imposible que sea restringida la guerra nuclear.
Estamos, estamos muy cerca de esto, porque si Estados Unidos, digamos, ataca a Irán, o Irán ataca Israel, van a entrar muchos en ese diálogo apocalíptico.

Todo esto revela que la caída de las Izquierdas no ha sido justificada, no ha sido reemplazada por el Capitalismo.
Es decir, el Capitalismo no ha triunfado, porque uno triunfa sobre un adversario cuando no sólo lo derrota, sino cuando puede asumir lo que de verdad había en ese adversario.
¿Para qué nace la Izquierda? La Izquierda nace pidiendo igualdad, pidiendo justicia, pidiendo comida para los pobres, igualdades de derechos.

Bueno, si el Neoliberalismo no ha logrado ni mínimamente conceder eso, es que ha fracasado, es que la Izquierda sigue siendo necesaria. Aun cuando no exista, o se vean disfraces de ella, atisbos, y aun cuando el poder esté muy dispuesto a aniquilar cualquier cosa que se le parezca, ¿No?
Entonces, vamos a ver que proponía la Izquierda que el Capitalismo, el Neoliberalismo, no puede dar. Y mientras no pueda darlo, no habrá derrotado al Comunismo.
En todo caso, el Comunismo, vamos a ver también por qué, se habrá derrotado a sí mismo por errores en su concepción política de la organización social.
Y el Capitalismo no consigue, no consigue, también por problemas intrínsecos al desarrollo del Capital, reemplazar lo que el Comunismo pedía: Alimentar a la gente.
Un sistema que no alimenta a la gente está en graves problemas, ¿No?

Entonces, ¿Por qué surge la Izquierda?
Se empieza a hablar de izquierda en la Revolución Francesa. En la Revolución Francesa...
La Revolución Francesa es un hito realmente, es un hito en todo, es la Revolución Perfecta. Porque en principio acaba con la Monarquía. Al terminar con la Monarquía, termina con la vanidad de los reyes de gobernar por derecho divino. O sea, ya nadie gobierna por derecho divino, con lo cual, se niega el derecho divino, con lo cual se está negando a dios. "Aquí van a gobernar los hombres. La razón humana va a gobernar".
Entonces, colabora el pueblo bajo, colabora en esta movida revolucionaria y toman simbólicamente la Bastilla.
El Neoliberalismo dice que la caída del Muro de Berlín es la toma de la Bastilla de nuestro tiempo, o sea, del siglo XX.
Como vemos, esa toma de la Bastilla no ha dado muchos frutos. La Revolución Francesa dio muchos frutos.
Entonces, se produce la Revolución. Y ahí sí, ahí sí la Burguesía se adueña del poder y todas las relaciones Feudales y Monárquicas, y todo el sistema Monárquico de gobierno es guillotinado. Y asumen los Revolucionarios.

Entonces vimos ese texto de Robespierre que es el que gobierna durante la etapa que se llama "Del Terror", "Del Terror".
Desde ya, vayamos marcando, que una Revolución, como dice Engels, es la cosa más autoritaria que hay.
Como Engels tenía muy presente la Revolución Francesa, decía: Una Revolución es la imposición de la voluntad de la clase revolucionaria sobre la clase reaccionaria.
Y para imponer esa voluntad hay que imponer el terror en la clase reaccionaria, para que ni por asomo piense en levantarse contra los que han tomado el poder.

Esto, que es un razonamiento Jacobino, que aquí implementó Mariano Moreno en el Plan de Operaciones, es efectivamente lo que se propone una Revolución de entrada.
Una Revolución se propone sin ningún problema, es decir, como parte inherente de ella, la pena de muerte.
Una Revolución llega para matar a quienes se le puedan oponer y a quienes se le opongan, a quienes se le oponen y a quienes se le puedan oponer. Y a quienes hayan sido los representantes del viejo orden en el pasado.
Entonces, dice Robespierre, La Revolución es la guerra de la libertad contra sus enemigos. La constitución es el régimen de la libertad victoriosa y apacible. Bajo el régimen constitucional es suficiente con proteger a los individuos de los abusos del poder público. Pero una cosa es el régimen constitucional, y otra cosa es el régimen revolucionario.

El régimen revolucionario viene a trastocarlo todo. Es el concepto de la subversión, que acá tanto, tanto, funcionó. Hasta llegar a ser la identidad total de las personas condenadas a morir y la identidad parcial de muchos que eran calificados como "Potencialmente subversivos", ¿No?
Había gente a la cual no se les daba un empleo, y se les ponía un sello: "Potencialmente subversivo", con lo cual ese pobre señor se iba muy tranquilo a su casa con ese sello.

Bajo el régimen revolucionario, dice Robespierre, el propio poder público está obligado, está obligado el poder público, a defenderse contra todas las facciones que le ataquen. El gobierno revolucionario debe a los buenos ciudadanos toda la protección nacional. A los enemigos del pueblo solo les debe la muerte.

No sé si a ustedes les pasa lo mismo que a mí, pero esto me hace acordar una frase del General Perón, ¿No? Cuando Perón en Actualización Política y Doctrinaria Para La Toma del Poder, dice: "Esto lo dice Mao, bla bla bla, y esto lo digo yo", aclara, "Al amigo todo, al enemigo ni justicia".
Entonces, acá Robespierre es un poco más suave que Perón. Dice: "El gobierno revolucionario debe proteger a los ciudadanos, y a los enemigos del pueblo los debe matar".
Ahora, los debe matar, pero no menciona si con justicia o sin justicia. En general es con una justicia que se llama Revolucionaria. La llamada justicia revolucionaria es una justicia muy veloz. No puede perder tiempo.

Por ejemplo, voy a dar un ejemplo.
Un tribunal revolucionario es un tribunal veloz. Por ejemplo, Osvaldo Bayer estaba en Cuba en la Fortaleza de la Cabaña donde el Che se instala en Enero de 1979, y establece ahí los tribunales revolucionarios.
Entonces Osvaldo ve que vienen dos oficiales del ejército Batistiano, de 18 y 19 años.
Sin duda alguna, sin duda alguna, deben haber sido tipos deleznables, deleznables... torturadores, etc, etc. Y había cuatro jueces revolucionarios, que también, eran unos pendejos.
Bueno, bla bla bla, pum, condena a pelotón de fusilamiento.
Entonces Osvaldo, que es un tipo tremendamente humanitario y sin duda valiente, se acercó enseguida al comité de los jueces revolucionarios y les dijo: "¡Pero son dos chicos! ¡Son dos muchachos! ¿No los pueden mandar a un lugar a que estén, a recuperarlos?"
Bueno, y lo miraron... como diciendo, "Bueno, este es un burgués pelotudo", habrán pensado los cubanos. "No", le dijeron, "No hacemos eso".

Bueno, la justicia revolucionaria que en verdad se aplica en todos los regímenes revolucionarios, es la que aplica Robespierre en la etapa del terror, donde guillotina a todo aquel que se oponga a su régimen.

En la fortaleza de la cabaña, las ejecuciones de Guevara llegan a cerca de 1500. Y ese es el famoso Paredón, el Paredón Cubano.
Bueno, yo lo vi a ese Paredón, me lo mostró un teniente coronel del Ejército Revolucionario en el año 1996 cuando fui a hacer el Guión del Che Guevara, de la película sobre el Che Guevara, que luego lo rechazaron los Cubanos mi guión, y terminé haciendo una obra de teatro... me rechazaron el guión, y me rechazaron a mí. “Si sigue ese en la película, Cuba no da las locaciones”. O sea, me dieron una patada en el culo.
Bueno, entonces el Teniente Coronel me lleva y yo le dije, "Quiero ver la fortaleza de la Cabaña", "Sí, como no".
Bueno, está el paredón. Era un paredón de 5 cuadras más o menos, lleno de agujeros, pero no tan lleno, ¿eh?, no tan lleno. Con muchos agujeros. Y el Teniente Coronel me dice, "Bueno, no hay más agujeros porque la mayoría pegaban en el blanco".

Entonces en artículo que vimos acá de Eduardo Galeano, que Eduardo llama "Cuba Duele", el artículo es a raíz de tres prisioneros políticos que Castro hizo fusilar, creo que a comienzos de este siglo, etc, etc.
Entonces Galeano escribe, "Las prisiones y los fusilamientos en Cuba son muy buenas noticias... para el supra poder universal que está loco de ganas de sacarse de la garganta ésta porfiada espina".
Porque ésta es la bronca. La bronca es, qué favor les están haciendo con esta tontería innecesaria. Les están haciendo un favor increíble.
Yo acá tengo un artículo que se llama "Cuba", bueno, no lo voy a leer ahora, pero, “Cuba”, sí.
¿Por qué comete Fidel un gesto tan ostensiblemente torpe? Que bien le viene esto a Bush. Fusila a tres disidentes políticos.
Bueno, a Saramago le gustó mucho esto, pero... estem... bueno, nada más.
Entonces, Galeano dice, "Son buenas noticias para el supra poder universal. Son muy malas noticias, en cambio, noticias tristes, que mucho duelen, para quienes creemos que es admirable la valentía de ese país chiquito y tan capaz de grandeza. Pero también creemos que la libertad y la justicia marchan juntas, o no marchan".
Porque a veces cuando un intelectual critica, como en este caso Galeano, Saramago, no es porque esté en contra. Al contrario, es porque está a favor. Y está diciendo, "No hagan esto, no hagan esto, porque esto los va a llevar por mal camino".
Pero, ¿Qué es lo que ocurre? Que la Revolución pareciera conllevar en sí misma la... estem... un cheque en blanco, por decirlo con una terminología Capitalista, para tomar la vida de quienes se oponen a la Revolución. O sea, los contrarrevolucionarios, los reaccionarios.

Entonces, vamos a definir muy metodológicamente, filosóficamente, qué es la Izquierda, cómo nace la Izquierda.
Hegel introduce la concepción dialéctica de la historia. Izquierda y dialéctica han marchado juntas siempre.
Esto es lo que a la Izquierda siempre le dio la certeza de que su triunfo era inevitable, porque la dialéctica histórica, que es el modo en que internamente se desenvuelve la historia... la dialéctica histórica lleva necesariamente a una Revolución que va a derrocar al Capitalismo y va a instalar nuevas relaciones de producción.

Entonces, lo que Hegel hace es, descubrir que el pensamiento tiene que pensar la historia. Es el primero que lo hace. No lo hace Kant, no lo hace Hume, no lo hace Libnizt, no lo hace Spinoza, pese a que ¿? trate de demostrarlo, no lo hace Descartes, lo hace Hegel.
Por eso Hegel está incorporado al panteón de la Izquierda, porque el fue el gran maestro de Marx. Sin Hegel, no hay Marx.
Entonces, lo que Hegel dice es que la historia tiene un sentido.

Es extraordinaria esta información, porque es algo... que aquellos de ustedes que sean veteranos recordarán que durante muchísimos años vivimos seguros acerca de un sentido de la historia.
Que la historia tiene un sentido significa que se dirige necesariamente hacia alguna parte. Y que tiene una lógica interna. Que en ella, el azar, no es lo determinante.
¿Por que? Porque la historia es dialéctica, que es lo que Hegel demuestra.
Dialéctico quiere decir que cuando surge un hecho histórico, surge como resultado de otros hechos históricos.
Todo hecho histórico es un resultado. Pero es, el resultado, más todo aquello de lo cual resulta.
¿Agarramos esto? Hegel puro.
Un hecho histórico es un resultado. Pero todo resultado, resulta de todo aquello de lo cual es el resultado.
El resultado no aparece como algo virgen en la historia. El resultado aparece con contenidos poderosísimos. Está grávido ese resultado. Está grávido de hechos históricos que han tenido que ocurrir para que este resultado se produzca.
Digamos, la revolución de septiembre del 55 contra Perón, es un resultado histórico.
Pero, ese resultado histórico está tramado, está construido, está diseñado, por todo lo que antes ha ocurrido, es decir, no surge de la nada. No surge sin contenido alguno, sino que surge preñado de contenidos.
A su vez, ese resultado comienza a generar otros. Comienza a generar otros y estos otros se expresan en el modo de la negación sobre este primer resultado. Se expresan para negarlo. Al negarlo, al negarlo, se produce una primera negación del resultado. Pero sobre esta negación viene una superación dialéctica, que es el tercer momento de la dialéctica. El tercer momento de la dialéctica es lo que Marx, sobre todo, llama, -y Engels también- negación de la negación.
Es decir, el tercer momento niega la negación que niega al primero.
A ver, digámoslo así. El primer momento es el 16 de septiembre de 1955. Podríamos decir, quizás, que el Cordobazo es la negación, el Cordobazo del 29 de mayo de 1969, es la negación del 16 de septiembre de 1955. Y que el 25 de mayo de 1973, cuando asume Cámpora, y cuando en realidad Lanusse, en ese momento, cuando Lanusse le pone la banda a Cámpora, tendríamos, tendríamos, en esa imagen, la conciliación de los elementos anteriores.
Cuando Lanusse le pone la banda a Cámpora, en realidad es el 16 de septiembre de 1955, o sea, Lanusse, primer momento de la dialéctica, que le pone la banda a Cámpora, que es el resultado de la lucha de esos 18 años, resultado, lucha, de la cual el Cordobazo es un momento axial, fundamental.
Entonces en ese momento Cámpora recibe de Lanusse el cierre de la tríada dialéctica.
Y ahí se inicia otro proceso. Podríamos decir que el 20 de junio de 1973, cuando llega Perón, es la negación del 25 de mayo de 1973, porque el 20 de junio de 1973 es la muerte del gobierno de Cámpora.
Bueno, y esto sería una historia que se va desarrollando internamente con un sentido.
Cuando la Revolución Libertadora dice, "Hemos derrocado a la segunda tiranía", es porque están estableciendo un sentido interno dentro de la historia argentina entre Rosas y Perón.
Cuando dicen que ellos representan la línea Mayo - Caseros, aunque no son Hegelianos ni Marxistas, pero están estableciendo líneas históricas, también están estableciendo una línea.
Esa línea para ellos tiene una gran coherencia. Mayo es la libertad. Caseros es la libertad. La Revolución Libertadora es la libertad. Ellos son la causa de la libertad y en esos tres momentos brilló la libertad. Primero contra los tiranos españoles, después en Caseros contra el tirano Rosas, y en septiembre del 55 contra el tirano depuesto. Porque no se lo podía nombrar no lo vamos a nombrar ahora, hagámosle el honor, el saludo de no nombrarlo, el tirano depuesto.

O sea que la concepción de esta historia no azarosa, es una concepción dialéctica, que se toma... digamos, la derecha, como vemos, también la hace, pero más bien marcando líneas históricas, líneas de identificación histórica, ¿No?, que le dan una fisonomía.
La Izquierda también, pero la Izquierda le añade la dialéctica.
La dialéctica, según Hegel, es un movimiento, es un método científico.
En realidad NO ES UN MÉTODO.
La dialéctica es el movimiento interior de la cosa, dice Hegel.
O sea, la realidad es dialéctica. No hay un método dialéctico que desde la exterioridad, desde afuera, con el cual desde afuera uno viene con el método dialéctico a estudiar la realidad.
No, la realidad es dialéctica. Entonces lo que debe hacer el analista de la historia, el filósofo de la historia, es estudiar la historia, y ver como en ella se ha ido desarrollando su dialéctica interna.
La dialéctica es inmanente en la historia. No hay trascendencia en la historia. No hay dios. Todo es la historia que ha hecho el hombre.
El hombre en el transcurso de esa historia que ha hecho, se ha ido conociendo a sí mismo, ha ido tomando autoconciencia de sí.
Entonces, si lo real es dialéctico, tenemos entonces que lo real es racional. Que lo real responde a fines racionales, a fines científicos, que expresa una necesidad racional de la historia.
Y a su vez, lo racional es real, porque esa racionalidad no está encarnada en un sujeto aislado, si no que está en las cosas. Está en la historia.
De aquí la gran fórmula de Hegel "Todo lo real es racional. Todo lo racional es real".

Creo que de aquí tomó Perón lo de "La única verdad es la realidad".

Viene Marx entonces, y le hace una crítica impecable a Hegel.
Hegel dice, "Pero la dialéctica se detiene cuando toma conciencia de este sistema, y esa conciencia yo la llamo el saber absoluto. Cuando se llega al saber absoluto, cuando se llega a saber que toda la historia humana ha sido el devenir de una conciencia que se autoconoce y se autorealiza haciendo esta historia hasta llegar al momento en que sabe que la historia es la realización de éste saber, llamamos a este saber el saber absoluto, y aquí termina la historia, cuando toma conciencia total de sí misma".
Pero ocurre que en ese momento Hegel es el rector de la Universidad de Berlín, que en ese momento gobierna en Prusia Federico Guillermo, y que Federico Guillermo es exactamente lo que necesita que Hegel diga, que este es el fin de la historia, y que esto queda congelado así.
Por eso Fukuyama se basa en Hegel para decir que con el triunfo del Liberalismo termina la historia.
Es decir, que lo que uno más le conviene es decir que la historia termine cuando uno está muy bien ubicado.
Entonces ahí dice, "Bueno, terminó, basta, no jugamos más. Terminó la historia".

Pero Marx va a venir a decirle a Hegel que no terminó la historia...

Bueno, nos vemos enseguida.

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Acerca de mí

Algunos Datos del Canal Encuentro

Filosofía aquí y ahora I (Primera Temporada) 2008





Datos del programa





Sinopsis





La televisión y la filosofía no forman una pareja habitual, pero el filósofo, escritor y guionista de cine José Pablo Feinmann enfrenta el desafío de abordar esta disciplina en profundidad y con un lenguaje accesible. La intención es doble; no sólo se propone revisar las preguntas fundamentales que formularon grandes filósofos, como Descartes, Kant, Hegel, Heidegger, Marx o Sartre, sino también permitir que la reflexión filosófica aflore como una actitud ante el mundo que nos rodea.





Conducción



José Pablo Feinmann






Capítulos Transcriptos





Filosofía Aquí y Ahora I (Primera Temporada)







* Primer Capítulo



* Segundo Capítulo -Descartes-



* Tercer Capítulo -Descartes-



* Cuarto Capítulo -Kant-



* Quinto Capítulo -Kant, la experiencia posible y la experiencia imposible-



* Sexto Capítulo -Hegel, el sujeto absoluto y la consolidación de la burguesía europea-



* Séptimo Capítulo -Hegel, dialéctica del amo y el esclavo-

* Octavo Capítulo -Filosofía y praxis-



* Noveno Capítulo -La modernidad desbocada-



* Décimo Capítulo -El capital-



* Décimo Primer Capítulo -Nietzsche, vida y voluntad de poder-



* Décimo Segundo Capítulo -Nietzsche: "Dios ha muerto"-



* Décimo Tercer Capítulo -Derivaciones de Nietzsche-



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Filosofía Aquí y Ahora II (Segunda Temporada) 2009

Sinopsis:

La televisión y la filosofía no forman una pareja habitual, pero el filósofo, escritor y guionista de cine José Pablo Feinmann enfrenta el desafío de abordar esta disciplina en profundidad y con un lenguaje accesible. La intención es doble; no solo se propone revisar las preguntas fundamentales que formularon grandes filósofos, como Descartes, Kant, Hegel, Heidegger, Marx o Sartre, sino también permitir que la reflexión filosófica aflore como una actitud ante el mundo que nos rodea.



Conducción: José Pablo Feinmann

Capítulos Transcriptos

* Lunes 06/04: Encuentro 1 - Heidegger, "ser y tiempo"

* Lunes 13/04: Encuentro 2 - El Dasein y sus posibles

* Lunes 20/04: Encuentro 3 - Auschwitz y la Filosofía

* Lunes 27/04: Encuentro 4 - El ser-para-la-muerte

* Lunes 04/05: Encuentro 5 - Heidegger y el nazismo

* Lunes 11/05: Encuentro 6 - Sartre, el hombre y las cosas

* Lunes 18/05: Encuentro 7 - Sartre: el ser en-sí y el ser para-sí

* Lunes 25/05: Encuentro 8 - La libertad como fundamento del ser

*Lunes 01/06: Encuentro 9 - La filosofía latinoamericana

*Lunes 08/06: Encuentro 10 - Alberdi: El fragmento preliminar

*Lunes 15/06: Encuentro 11 - Foucault

*Lunes 22/06: Encuentro 12 - Foucault (II)

*Lunes 29/06: Encuentro 13 - Los posmodernos



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Links Videos

Heidegger: Ser y Tiempo



http://www.encuentro.gov.ar/nota-2798-Video-Heidegger--Ser-y-tiempo.html

Adorno y Horkheimer: Auschwitz y la filosofía

http://www.encuentro.gov.ar/nota-2797-Video-Adorno-y-Horkheimer--Auschwitz-y-la-filosofia.html

Heidegger: La muerte

http://www.encuentro.gov.ar/nota-2799-Video-Heidegger-La-muerte.html

Sartre: Lo que elegimos ser

http://www.encuentro.gov.ar/nota-2563-Video-Sartre--Lo-que-elegimos-ser.html

Sartre: Conciencia intencional

http://www.encuentro.gov.ar/nota-2917-Video-Sartre--Conciencia-intencional.html

Sartre: Nuevo sujeto de la historia

http://www.encuentro.gov.ar/nota-2918-Video-Sartre-Nuevo-sujeto-de-la-historia.html

Filosofía Latinoamericana

http://www.encuentro.gov.ar/nota-2923-Video-Filosofia-latinoamericana.html

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Filosofía, aquí y ahora III (2010)

Sinópsis:

En la tercera temporada de esta serie, José Pablo Feinmann desarrolla clases magistrales de Filosofía argentina en el marco del Bicentenario. Apoyado en gráfica e imágnes de archivo, despliega las ideas que fueron desarrolladas por grandes pensadores en estos doscientos años de configuración nacional.

Conducción: José Pablo Feinmann

El programa se emite por Canal Encuenro los Jueves a las 21.00 hs.

Capítulos:

*Jueves 01/04: El Iluminismo y la Revolución de Mayo

*Jueves 08/04: El Plan de Operaciones

*Jueves 15/04: Alberdi y la Revolución de Mayo

*Jueves 22/04: Cartas a Lavalle

*Jueves 29/04: Esteban Echeverría: El Matadero

*Jueves 6/05 : Sarmiento en Chile

Repeticiones:

Jueves: 05:00

Viernes: 17:00

Sábados: 00:00

Domingos: 19:00

Lunes: 10:00

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La vida según Galeano: Canal Encuentro 2008

Encuentro presenta un ciclo conducido por el escritor uruguayo Eduardo Galeano, recientemente distiguido como el primer Ciudadano Ilustre del Mercosur, donde nos acerca su personal mirada sobre Latinoamérica y el mundo.





El escritor compartirá con la audiencia ideas, relatos y varios de sus textos que recuperan historias y voces de los pueblos Latinoamericanos, ventanas hechas de palabras que nos permiten pensar pasado, presente y futuro de nuestro continente.

El consagrado escritor Eduardo Galeano nos acerca su particular manera de ver Latinoamérica y el mundo. Sus breves y contundentes relatos, van desde pequeños detalles hasta los grandes planteos que enfrenta la humanidad actualmente. El recorrido no tiene límites, la guía es la sinceridad y el asombro por los seres y las cosas.

Link La vida según Galeano - Ciclo Canal Encuentro-http://www.encuentro.gov.ar/Content.aspx?Id=2296



Link Videos de La Vida según Galeano

http://www.encuentro.gov.ar/Mediateca.aspx?Id=7

Los capítulos transcriptos son:



* Mujeres

* Niños

* Los primeros americanos

* Amares

* Los Nadies

* El Miedo manda









































































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